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—No me sentía bien. Sin embargo, mejoré pronto —sonrió y dijo Connor—. ¿Has olvidado que nosotros los hombres lobo somos geniales sanando?
Annette pensó: «¡Annette, eres tan estúpida! Debido a la sangre humana en mi cuerpo, mi capacidad de autocuración no es tan buena como la de esos hombres lobo de pura sangre, por no hablar de Connor, que es un Alfa. Incluso si se sentía mal, había doctores de la Manada de Luna Sangrienta cuidando de él».
Al ver lo enojada que estaba Annette, Connor se divirtió.
—Puso su brazo alrededor de su cintura y dijo:
—Pero realmente me alegra que hayas venido.
En lugar de sentirse reconfortada por sus palabras, Annette sintió un profundo sentido de derrota.
Annette pensó: «¿Soy realmente estúpida?»
El tiempo pasó rápidamente. Después del entrenamiento de Annette, su trabajo en la universidad empezaría pronto.
Había estado muy ocupada.
Connor ni siquiera tuvo la oportunidad de comer la comida hecha por Annette.
