Su silencio le dijo a Jamie que ella estaba decepcionada de él.
Jamie no la abrazaba tan fuerte. Simplemente la abrazó por detrás y absorbió ávidamente la fragancia que no le pertenecía.
Ellen era como veneno para él.
Sabía que estar con ella dañaría sus órganos internos, pero aún así no podía resistirse.
Jamie había vivido hasta tal punto que hacía tiempo había olvidado cómo se sentía el amor.
Solo había sentido profundamente el amor de Ellen, pero después de todo, ella le hacía falta.
Sabía que era culpable y no merecía a Ellen, pero simplemente no quería dejarla ir.
Para una persona despiadada como él, solo había vida y muerte en su diccionario. No existía tal frase como dejar ir.
Incluso si Ellen no lo amara por el resto de su vida, él podía ser el que la amara.
La voz de Jamie era baja, casi suplicante. —Ellen, olvida el pasado. Empecemos de nuevo. Te haré sentir lo que es el amor otra vez.