—Yvette estaba atónita —murmuró.
No se dio cuenta a tiempo de que Lance todavía estaba presionándola.
Era temprano en la mañana, y su postura era realmente íntima.
Lance bajó la mirada y le preguntó con los ojos.
Aunque la estaba presionando, su brazo estaba sosteniéndose, así que Yvette no se sentía pesada. Él simplemente le impedía escapar.
El rostro de Yvette estaba restringido por su fuerte brazo, e incapaz de moverse.
Solo podía clavar la mirada en su cara.
El cuello de la pijama de Lance estaba ampliamente abierto. Yvette podía ver fácilmente los músculos bien definidos y las líneas que manifestaban fuerza.
Junto con su guapo rostro, toda la escena era simplemente demasiado encantadora.
Yvette no sabía dónde mirar. Solo podía fijar la vista en sus clavículas y dijo:
—No lo hice a propósito —musitó.
Lance bajó un poco la mirada, y lo que vio fue su piel tierna y atractiva.
Suprimió su deseo y dijo con voz baja y profunda:
—No es convincente.
Yvette estaba atónita.