Al oír eso, Jamie levantó ligeramente las cejas, y un atisbo de frialdad cruzó por sus ojos.
Aaliyah miró a Ellen durante un rato.
Aaliyah pensó que la mujer por la que Jamie siente algo es realmente bonita.
Las esquinas externas de sus ojos son largas y lleva un maquillaje profesional suave. Está vestida como una trabajadora de oficina común, pero al mismo tiempo logra ser atractiva.
—Jamie, yo pensaba que no te gustaban las mujeres. Para mi sorpresa, este es tu tipo —dijo Aaliyah con una sonrisa.
Su última frase fue extremadamente dura en los oídos de Ellen.
—Yo no lo soy —replicó Ellen antes de que Jamie sonriera.
La expresión de Jamie se congeló instantáneamente.
—No te enojes. Solo estaba bromeando con Jamie —sonrió amablemente Aaliyah.
—Jamie, qué coincidencia. Ya que nos hemos encontrado, ¿por qué no compartimos mesa? —dijo luego Aaliyah arrastrando una silla.
Jamie no aceptó ni rechazó.
Ellen apretó las manos que estaban debajo de la mesa.