Maeve
Habían pasado tres días desde que los refugiados Lycennian llegaron a la aldea. Mamá se había estado desviviendo por su llegada. Sin embargo, ella había insistido en que viera a la partera del pueblo. Papá se ofreció a acompañarme si podía apartarse de vigilar a los refugiados, lo que me sorprendió.
Apenas había tenido la oportunidad de hablar con Troy desde nuestra llegada al Bosque del Invierno, menos aún preguntarle sobre las conversaciones que había tenido con Papá, pero por cómo Troy solía ser reservado y usaba un filtro que no sabía que tenía cuando hablaba frente a mi familia, esto me hizo pensar que estaba caminando sobre cáscaras de huevo alrededor de Papá.