**POV de Rosalie
Sin mi bebé cerca, sin poder comunicarme con nadie y sin poder hacer nada, el mundo parecía alejarme lentamente.
No importa que ahora fuera reina, ni tampoco importaba que tuviera esta sangre mágica capaz de curar a la gente. Empezaba a sentirme completamente sola y sin esperanza.
La mayor parte del tiempo, me sentaba en mi tienda y miraba la pared, y comencé a cuestionar si todo lo que había sucedido era real, o ¿todo fue solo una larga pesadilla?
Excepto que ocasionalmente, tenía la sensación de que alguien me observaba. Ya fuera a través de las dos pequeñas ventanas a cada lado de la tienda o algún otro pequeño agujero del que no estaba segura, pero me ponía la piel de gallina en los brazos, y los pelos de la nuca se erizaban bajo el peso de unos ojos invisibles.
Esa era la única sensación que me recordaba que estaba viva.