Punto de vista de Madalynn
¿Quién se creía que era Talon, de todos modos?
¡Era un Beta, no una Luna! ¡No podía decirme cuándo podía ver a mi prometido!
Corrí hacia la suite de mi padre, decidida a que no sucediera hoy lo que ocurrió ayer. Talon no me dejó ver a Ethan ayer cuando quería hablar con él, pero hoy no iba a detenerme.
No si yo podía evitarlo, de todos modos.
Cuando di la vuelta a la esquina cerca del cuarto de mi padre apurada, me encontré con alguien. Ella dio un respingo y casi pierde el equilibrio.
Era increíble lo torpes que podían ser esas p*rras. La regañé:
—¿¡No sabes caminar?!
Ella me miró con los ojos muy abiertos, como un venado frente a una luz brillante. Entonces la reconocí: la horrible criada que solía servir a Rosalía. Su nombre... lo que fuera.
¡Rosalía... esa maldita Rosalía! ¡Si no fuera por ella, Ethan ya sería mío! ¡Y esta p*rra la servía!
—¿Qué diablos crees que estás mirando, p*rra?
—N-nada —tartamudeó, bajando la mirada.