Mientras conducía por la calles de Tokio a una alta velocidad, Matsuo se agarraba frenéticamente de su asiento, quizás sintiendo algo de peligro por la alta velocidad a la que conducía, aunque casi no habían autos por la hora, por lo que no había porque preocuparse.
''Kiyotaka-sama, siento que me va a dar un infarto, ¿podría reducir la velocidad?'' dijo mientras me agarraba del hombro.
''De que hablas Matsuo, ya llegamos'' dije mientras me estacionaba para no entorpecer el tráfico, aunque no había ningún auto que pudiéramos molestar.
''E-enserio'' dijo entrecortadamente mientras miraba a su alrededor, viendo que no estábamos aun en la escuela.
''Si, te dejo mis cosas en tus manos'' dije mientras abría la puerta del auto para salir, pero Matsuo me detuvo.
''Un momento, tiene que saber que nunca debe decirle a nadie acerca del dinero que usted posee, podrían intentar aprovecharse de usted'' me dijo mientras me acomodaba la corbata.
''Lo se''
''Tiene que vestirse adecuadamente, nunca use ropa que no le guste, los adolescentes de hoy en día pueden ser muy crueles con temas como esos'' dijo mientras me quitaba polvo inexistente de los hombros.
Ese comentario podría haber venido de su propia experiencia con su propio hijo, así que debería de hacerle caso.
''Lo tengo claro Matsuo, no tienes porque preocuparte''
''Lo voy a extrañar'' dijo mientras me daba un abrazo.
''Yo igual Matsuo, te dejo que tengo que irme'' dije mientras le daba unas palmadas.
''De acuerdo, espero que lo pase bien los próximos años'' dijo mientras se separaba y me daba una sonrisa.
''Lo haré Matsuo, espero que disfrutes estos años cuidando la casa'' dije mientras salía del auto y levantaba la mano en señal de despedida.
Todavía quedaba un largo recorrido, pero no tenía ninguna prisa.
Al caminar pude ver una vista a la que no estaba demasiado acostumbrado, personas paseando con sus perros, niños caminando con uniformes y mochilas escolares, árboles por aquí y por allá, seguro que esto me parecía algo demasiado irreal.
Mientras esperaba a que cambie el color del semáforo que tenía enfrente, no pude evitar mirar hacia un lado, donde vi a una anciana intentando atrapar a su gato, que estaba atrapado en un árbol.
No teniendo ninguna razón para no ayudarla, me dirigí hacia su dirección.
''Buenos días señora, ¿le puedo ayudar?'' le dije mientras me apoyaba en el árbol.
''S-si, mitens se quedó atrapado y no puedo bajarlo, ¿podría ayudarme joven?'' me dijo mientras miraba a su gatito, que tenía de nombre mitens.
''No se preocupe, ahora lo bajo'' dije mientras comenzaba a trepar el árbol.
''Es una niña muy delicada, trátela con cuidado'' parece que era una gatita...
En poco tiempo había alcanzado la altura en la que estaba la gata, por lo que la agarre con cuidado para bajar del árbol.
''Aquí la tiene'' dije mientras se la daba en los brazos.
''Muchas gracias joven''
''Cuídela'' dije mientras se la daba y retomaba mi camino nuevamente hacia la escuela.
Sinceramente no tenía ninguna razón para ayudar a esa anciana, tampoco me importaba su preocupación o la pobre gatita, solo lo hice porque tampoco no tenía porque no hacerlo, preferiría evitar tener alguna clase de remordimiento en el futuro, incluso si pienso que no lo voy a tener, ya que nunca se sabe cuanto uno puede cambiar de un día para otro.
Mientras seguía caminando a un ritmo lento y tranquilo, sentí como alguien me tocaba amistosamente el hombro, por la textura de la mano y el agarre pude saber que era una chica que hacía alguna clase de ejercicio o deporte, pero si tuviera que decir precisamente cual era respondería que era voleibol por la posición de su muñeca.
Al voltearme me encontré con una chica que aparentaba tener mi misma edad que llevaba el uniforme para niñas de la escuela donde me dirigía, por lo que supuse que estudiaría en el mismo año que ella en Ahns.
Prestando algo de atención a su apariencia, su tez de piel era blanca como el mármol, llevaba su largo cabello negro atado en una cola de caballo por una pulsera de perlas, pero eran mas como canicas de color blanco o algo así.
''Hola, te quería agradecer por ayudar a la señora, si no la hubieras apoyado tu lo habría hecho yo'' no entendí la razón por la que se había acercado a mi para hacer algo tan innecesario como felicitarme cuando no tenía nada que ver.
''No veo porque me tienes que agradecer, solo hice lo que quise'' dije mientras centraba mi visión en el camino.
''Solo intentaba entablar una conversación contigo, parece que vamos a la misma escuela, gruñon-kun'' dijo mientras me sacaba la lengua.
''Antes de ponerme apodos innecesarios deberías presentarte para que sepas mi nombre, ¿No es normal que el que inicia la conversación se presente primero''
''Mm... tienes razón, mi nombre es Amikura Mako, soy de la clase B en ahns'' dijo mientras me extendía la mano en gesto de presentación.
''Mis amigos me dicen Liam, un placer conocerte'' dije mientras sacudía su mano, al parecer tenía razón, ya que la parte de sus nudillos y la parte externa de su mano eran algo más robustas.
''¿Eso quiere decir que somos amigos?'' dijo mientras rodeaba su brazo en mi cuello haciéndome una llave sin aplicar mucha fuerza.
''Seguro, eres mi única conocida en esta escuela, así que no está mal'' solo le dije eso ya que no quería decirle mi verdadero nombre...
''A que te refieres con que 'no está tan mal', soy la primera mejor persona que podrías haber conocido'' dijo mientras caminaba un poco mas rápido, entrando a la escuela sin siquiera mirarme.
'Por fin solo' pensé mientras miraba la puerta de entrada de la escuela.
Era notablemente grande, la estructura parecía ser bastante sólida por lo que no era muy probable que se le fuera a caer a alguien, aunque sinceramente el diseño no era nada espectacular, seguramente fue hecho por alguien con mucha experiencia en la industria, mas no tenía imaginación.
Los estudiantes siguieron pasando intercambiando saludos, algunos se despedían de conocidos y familiares, pero un dato que llegó a sorprenderme es que no hubieron demasiadas personas que llegaron solas.
Notando que algunas personas me veían de manera extraña por no entrar a la escuela, deje de lado esa clase de pensamientos para después dar mis primeros pasos ingresando al establecimiento.
'Sigh' suspire mientras me mezclaba entre los demás ingresantes.
Estando ya adentro escuché una voz atrás mia, que según mi propia fuente categorizaría como molesta e irritante, aun mas que 20 chihuahuas ladrando a la vez, que ya era decir poco.
Al voltearme para mirar la situación que estaba ocurriendo, me encontré mirando a una chica de cabello negro y a un formido chico de cabello rubio y rostro aristócrata, según lo que recuerdo haber escuchado era ese chico de los Kouenjis.
''¿Por qué me miraste?'' preguntó de una manera altanera como si no le importara lo molesta que era, aunque ese parecía ser el caso.
Mirando la actitud de esa chica me di cuenta que tenía unos cuantos problemas, espero no encontrarme nunca con alguien como ella.
''Johojo, miro las cosas de aspecto hermoso, pero viendo el interior de este producto me dan nauseas de haber perdido mi precioso tiempo mirando algo tan feo'' ...¿Serán todos los estudiantes de secundaria así de desagradables?, no era por sonar como alguien que juzga un libro por su portada, pero no pude evitar creer que ellos dos eran una buena pareja el uno para el otro, seriamente espero no tener que compartir salón con personas como ellas, creo que sería un desperdicio de neuronas.
Dejando de prestar atención a su conversación ya que no quería meterme en esa tonta pelea de perros y gatos, me dirigí a observar el tablero de anuncios donde se encontraba un mapa de todas las instalaciones de la escuela.
Luego de pasar unos segundos mirando el mapa ya había memorizado todas las zonas que indicaba, por lo que comencé mi recorrido al gimnasio, donde se nos realizaría una ceremonia de bienvenida.
Durante mi recorrido no sucedió ningún suceso interesante, solo era yo completamente solo con algunas personas alrededor, como siempre supongo.
Cuando ingresé al gimnasio parecía que ya habían llegado varias personas, la escuela parecía haber indicado con carteles donde se debía colocar cada clase, según tengo entendido hay 40 personas en cada clase, así que la clase A y B ya estaban cubiertas, pero faltaban algunos de la clase C y varios de la clase D. ¿Acaso hay algún tipo de patrón?
Dejando esos pensamientos de lado me senté al costado de una chica con el cabello verde recogido en una cola larga, según mi baja percepción de la estética femenina, podía asegurar que está chica era una belleza, pero para no hacerla sentir incomoda le hice un ademán con la cabeza saludándola, a lo que ella me imitó.
Cambiando mi objetivo comencé a mirar a las demás clases, en la clase A habían varias personas con apariencias bastante... ¿Únicas?.
Hablando de los chicos, había un chico calvo que tenía una expresión sería, parece ser del tipo que se toma las cosas demasiado en serio, por su postura y físico, incluso por un momento llegué a pensar que tenía un palo metido en el culo, luego de el había un chico con cabello rubio atado en un corta cola de caballo que actualmente estaba hablando con unas chicas de su clase, el último chico que me llamó la atención fue un tipo de aspecto 'aterrador' que se parecía al de un anime que vi, tenía los hombros anchos y era alto.
Luego estaban las chicas de esa clase, parece que la escuela había tenido bastante cuidado con la apariencia de las chicas, pero dejando eso de lado la que mas me parecieron agradables a la vista fueron una chica de cabello celeste y otra de cabello blanco, las dos parecieron haberse reunido con otras chicas de su clase, pero otra chica que me llamó la atención tenía el cabello morado, pero al parecer no estaba demasiado interesada en interactuar con los demás como otra de sus compañeras que tenía su cabello negro atado en una larga cola y sus medias hasta los muslos que me hicieron preguntarme como se sentiría una almohada de regazo...
Sacudiendo la cabeza quité esos pensamientos sucios de mi cabeza, dirigiendo mi vista a una chica menos estimulante, la cual me di cuenta que parecía tener una discapacidad por el bastón que sostenía, pero tenía una esencia que la hacía resaltar, por lo que debía de tener un buen cerebro que cubra sus carencias.
Habiendo perdido mi interés en la clase A pasé a mirar a la otra clase que ya tenía a todos sus integrantes organizados, la clase B.
Mi mirada se dirigió a dos chicas que parecían particularmente similares teniendo el mismo color de cabello, siendo este rosa fresa, además de estar bastante unidas, por lo que deduje que eran hermanas, aunque sus personalidades parecían ser algo distintas, ya que la que tenía mas... personalidad era la que arrastraba a la otra para hablar con los demás.
Dejando de lado a esas chicas, me centré en los demás en esa clase, encontrándome con un chico de apariencia madura y cabello de color morado que parecía no encajar en esa clase llena de vida y alegría, pero cierta chica que parecía tener la imperatividad de un gremblin lo arrastró para que hablara con los demás.
Perdiendo rápidamente el interés en esa clase que parecía ser la mas blanda en cuestión de actitud dirigí mi atención hacia mi clase, viendo a la chica de cabello verde mirándome de manera rara por haber estado mirando a las demás clases... o los más probable por haber prestado tanta atención a las chicas.
''Se que piensas raro de mi, pero solo estaba mirando las demás clases'' dije susurrándole para que los demás no me mirarán de mala manera.
''Lo que tu digas... pervertido'' la última parte la dijo en un tono aún menor del que yo le había hablando, pero gracias a mis sentidos mejorados la pude escuchar llamándome pervertido.
'Suspiro, Lo arruine' pensé mientras suspiraba mentalmente por la mala impresión que le había dejado a mi compañera de clase, esperando que no circulara rumores extraños de mi.
Como ya no quería cavar aun mas mi tumba de lo que ya había hecho solo miré levemente las demás clases que me faltaban mirar y simplemente cerré los ojos esperando a que dijeran que me podría retirar.
Luego de algunos minutos salió el director, que se hizo llamar Narumori Sakayanagi dando un discurso el cual me pareció bastante aburrido, pero mirando a mi clase solo algunos estaban prestando atención a sus palabras, mientras que clase A y B se mantuvieron tranquilos y serenos escuchando atentamente el mensaje, cambiando mi visión a la clase D vi que estuvieron haciendo otras cosas como sacarse los mocos, mirarse a un espejo y mirar a las chicas de su clase, aunque solo hubieron unos cuantos que prestaron atención, pero era tan pequeña la cantidad que la podría contar con la mano.
Al finalizar su discurso nos presentó a los que serían nuestros profesores titulares, aunque solo presté atención al profesor de mi alma, pero cuando parecía que ya podría ir a mi salón de clases, destrozaron mis esperanzas diciendo que ahora era el turno del presidente del consejo estudiantil.
Habiendo ya perdido mi interés, solo hice como si escuchara lo que estaba diciendo mientras apagaba mi cerebro, decidiendo ignorar esa aura única que sostenía.
Al finalizar su discurso tomo de nuevo la palabra el presidente Sakayanagi indicándonos que podíamos dirigirnos a nuestros salones.