Imogen POV
Estirándome como un gato, abrí los ojos. La luz que entraba por las ventanas me hacía entrecerrar los ojos por su brillo. Podía decir que era de mañana y que había dormido todo el día y la noche. Me sentía diferente, pero no de una mala manera, simplemente extraña. Sintiendo dedos helados recorrer mi columna, enviando chispas a mi núcleo. Sentí mi estómago apretarse y mis paredes contraerse con la sensación. Tobias no estaba en la cama. Me di vuelta y encontré a Theo mirándome, su mano moviéndose sobre mi cadera con mi movimiento. Un libro en su otra mano.
—Poniéndome de codo, me incliné, pasando mis dedos sobre su pecho —Todo se sentía diferente, él se sentía más frío de lo habitual. Tiritó bajo mi toque.
—¿Qué estás leyendo? —preguntó, curiosa, ya que no había visto ese libro antes. Se veía diferente, viejo, y el papel era más grueso que la mayoría de los libros, parecía pergamino antiguo. El color de las páginas estaba teñido de amarillo en algunos lugares.