—Conforme pasaban los días, Danika empezaba a sentirse mejor. Fue un proceso gradual y con pasos firmes, pero lo logró. Sally y Baski estaban allí con ella para ayudarla tanto como pudieran.
—Estaba decidida a estar sana y fuerte para la próxima boda de Sally, esa era la mayor razón por la que se esforzaba tanto. Tomaba todas sus hierbas, nunca dejaba una pastilla que debía tomar.
—Remeta también estaba allí con ella, pero había vuelto a sus habituales comportamientos infantiles y juguetones de estar feliz todo el tiempo y perseguir grillos.
—Si no sabes nada sobre ella, nunca creerías que tiene el don de la previsión.
—Pasó una semana, y Danika ya podía caminar sin ayuda. La mayoría de sus moretones se habían desvanecido en marcas rojas y las heridas casi habían desaparecido.
—A Sally le preocupaba morirse conforme se acercaba su boda y no había podido comprar sus sandalias. No había podido ir a la aldea, desde lo que le pasó a su princesa.