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—Princesa Kamara, no ha podido conciliar el sueño —se quedó de pie junto a su ventana y miró la oscuridad de la noche.
—Su mente estaba llena con la imagen de un hombre que no es su futuro esposo. Callan ocupaba sus pensamientos.
—Cada noche, teme que el rey la llame para cumplir con sus deberes en su lecho. Aunque no es virgen, tampoco es una mujer promiscua.
—Y ahora, se ha enamorado, lo que hace que solo la idea de que otro hombre la toque de esa manera la llene de horror. De manera habitual, debería haber ido al rey y exigir su derecho a estar en su cama con él, esta temporada.
—Pero solo siente alivio cuando pasa el tiempo y el rey no la llama.
—También está preocupada por la Princesa Danika. Las palizas que ha recibido fueron brutales. Danika siempre ha sido valiente para ser una princesa, por eso ha podido soportar tanto dolor.
—Kamara ni siquiera puede pensar en eso... Le envía un escalofrío por la espalda.