—Cuando Remeta huyó de su madre, Baski hizo todo lo posible por seguirla pero no era rival para una adolescente de quince años.
—Remeta había corrido más rápido que el propio rayo.
—Así que, Baski volvió al edificio del palacio y esperó a que su hija regresara. Fue al dormitorio de Danika porque sabe que es el primer lugar al que Remeta acudiría al regresar.
—La espera la está matando. No está segura de si su hija regresará... considerando la manera en que huyó.
—Intentó mantenerse ocupada. Las nuevas hojas de hierbas que recogieron, las vació todas sobre la mesa y comenzó a molerlas una por una.
—Estaba a mitad de ello cuando se abrió de golpe la puerta y Chad entró al dormitorio cargando a
—¡Oh, cielos! ¿Qué le pasó? —gritó mientras Chad se apresuraba al dormitorio y colocaba con cuidado a Danika en la cama.
—Sally y Remeta entraron detrás de él, pero estaban llorando a mares. Baski se alegró de ver a su hija sana y salva, pero suplicaba saber qué había pasado.