—Ella le susurró mientras reanudaba el baño de su cuerpo.
—Después de su pecho, comenzó hacia su abdomen cuando él la sobresaltó.
—No, ¡déjalo ir! ¡Declan no te ha hecho nada! Déjalo ir... p-por favor. ¡Solo... detente! —gimió, su voz llena de tanto dolor que dejó a Danika congelada por un segundo.
—Algo se retorció en su pecho al ver la mirada de absoluta pesadilla en su rostro, con los ojos fuertemente cerrados. Sus manos se cerraron en puños.
—Ella dejó caer la toalla y envolvió sus brazos alrededor de su cuerpo. —¡Lo siento...! ¡Lo siento mucho...! Estas p-palabras nunca serán suficientes... nunca borrarán nada... pero lo siento tanto...!
—Mientras sollozaba, le susurraba las palabras frotando su mano arriba y abajo por su pecho. Su propio pecho estaba apretado hasta el punto del dolor.
—Él empezó a tranquilizarse lentamente, ella continuó frotando su cuerpo y susurrándole las palabras hasta que se calmó completamente. Su cuerpo volvió a quedar inmóvil.