El hombre de medicina llegó varios minutos después y le forzó a tragar más partes de la porción para dormir por la garganta. También le dio porciones para su fiebre y dolor de cabeza.
—¿Cómo está ella? —preguntó Baski.
El anciano dudó. —Apenas se está manteniendo. Su cuerpo está sanando y espero a los cielos que su mente también. Aún no está asegurado si saldrá de esto... Todos ustedes deben estar preparados para lo peor.
Danika levantó la cabeza tan ferozmente. —¡Ella sobrevivirá! ¡No digas eso, doctor! ¡Ella estará bien! S-Sally es una luchadora... Mi Sally es una luchadora... e-ella estará bien! ¡Ella lo estará...! —Lloró con tanta fuerza.
Baski la agarró y la abrazó contra su pecho de manera impulsiva.
Danika se está desmoronando justo ante sus ojos. Sollozo tras sollozo sacudía su garganta mientras se enterraba más profundo en Baski.