—¿M-Mi Rey? —Sus pensamientos se cortocircuitaron al ver la escena frente a ella. Estaba tan atónita, su cabeza quedó en blanco y durante varios segundos no pudo procesar que el Rey está arrodillado frente a ella.
—Estos últimos días no han sido fáciles. Cuando vi lo que vi en el almacén, algo murió dentro de mí. Estaba encolerizado al ver cómo ese animal sostenía lo que es mío —tragó saliva, la ira centelleando en sus ojos—. Cuando los pensamientos de que ambos eran amantes me asaltan, me encuentro luchando contra la locura. Mi ira no conocía límites.
Lágrimas llenaron los ojos de Danika mientras ella permanecía allí, observándolo. —Nunca me he acostado con otro hombre.
—Sé que debería haberlo pensado. Pero luego, Baski mencionó el embarazo y yo simplemente... me quebré —hizo una pausa y tragó saliva—. Fue la bofetada más grande que he recibido por no poder engendrar un hijo.
Lágrimas se deslizaron de sus ojos, hacia sus mejillas.