—Danika está embarazada del hijo del Rey. Está embarazada —anunció Vetta con una voz engañosamente tranquila.
—Karandy observó a la mujer sentada en la silla de madera al otro lado de la habitación, mirándolo con una expresión fría que no revelaba nada.
—Han pasado dos meses desde que vio a la Señora del Rey, le sorprendió particularmente escuchar su impaciente golpe en su puerta esta mañana. Otra sorpresa son las palabras que salen de su boca.
—No es posible que ella esté embarazada de él. ¿Por qué se arriesgaría de manera tan peligrosa? La antigua princesa es inteligente —contribuyó.
—Oh, ella es muy inteligente. Y por eso quedó embarazada del rey. Es un juego peligroso. O el rey la mata por eso, o la acepta. Si esto último ocurre, su estatus podría cambiar para mejor y ella será una persona muy importante en su vida. Ella es inteligente... —concedió Vetta, antes de agregar—, pero muy tonta.
—¿Cómo supiste que está embarazada?