Danika caminaba de la mano con Remeta después de su tiempo en el jardín. No ha podido obtener una respuesta significativa o nada en absoluto de Remeta.
Le preocupa y la hace sentir al borde de las lágrimas. Su tiempo se ha agotado. El futuro cercano no se ve bien para ella.
Estaban casi en el frente del palacio cuando vio a Kamara y a su doncella personal, Henna. Salían de los Cuartos Reales.
Kamara la vio y sus pasos vacilaron. Danika observó a la princesa con cautela. Kamara ha estado realmente escasa en las últimas semanas, no es la típica princesa que solía ser.
Siempre encerrada en su habitación. Leyendo, leyendo, comiendo, más leyendo. ¿Es eso lo que es o hay otra razón?
Danika echó otro vistazo al rostro ovalado de Kamara y notó los pocos detalles casi invisibles que se perdió la primera vez.
Los ojos de Kamara están apagados y se ve cansada. No físicamente. Cansada y triste emocionalmente.
—Dame un minuto, Henna. —dijo Kamara mirando sobre su hombro.