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—Han pasado cinco días desde que Baski confirmó que Danika sigue llevando al hijo del rey en su interior, y cuatro días desde que el rey mandó llamar a Sally, pero el tiempo transcurrido no hizo nada por resolver su problema... para aliviar sus preocupaciones.
—Danika se despertó en la mañana del sexto día sintiéndose enferma. Algo bueno de esto, es que ya conoce los síntomas por lo que eran, mientras corría al baño y desechaba su desayuno.
—¿Cómo le dice al rey sobre este niño? ¿Qué debería hacer? ¿Y si la señora se entera?
—Cinco días no le han dado una respuesta a eso. Lo apartó todo al fondo de su mente, limpiándose la boca.
—Ha estado evitando al rey y cada noche se va a la cama con el corazón en la garganta, rezando para que el rey no la llame para pasar la noche.
—Lo extraña tanto, y anhela estar en sus brazos tanto que casi es un dolor físico. Pero ahora hay mucho en juego y un encuentro con él es peligroso para ella... para su bebé.