Baski ha desarrollado un terrible dolor de cabeza.
Observaba a Remeta, que yacía en la cama de su habitación, llorando a mares. Ha intentado consolar a su hija, pero Remeta es inconsolable.
No deja de sollozar y murmurar, —Se va... Se va... Tan inquieto... Está tan inquieto... Está sufriendo... Se va...
Baski estaba desgarrada. Ha intentado hacer que Remeta explique o elabore más, pero no decía nada más, solo repite las mismas palabras una y otra vez.
¿Debería darle hierbas para dormir como le dio a Sally?
Pero sabe que Remeta no las tomará. Se preguntaba qué le estaba pasando a su hija y, al mismo tiempo, se preguntaba si Danika estaría bien.
La paliza que recibió no fue menor, y sus moretones tampoco son menores. Tuvo que sedar a Sally para dormir, se habría enfermado de tanto llorar por el estado de Danika.
Por lo que pasó... Baski no puede empezar a imaginarlo.