```
Él recordaba específicamente el día en que la colocó el collar.
Estaba tan colérico, y odiaba tanto la mera vista de ella. Pero estaba grabado en su mente lo hermosa y regia que era mientras ella estaba allí y lo miraba fijamente con ojos llenos de fuego.
Su ceño se frunció en una mueca, apartó la vista de ella y pasó a su lado, dejándola seguirle.
Ella le siguió de cerca en silencio, su mirada recorriendo su elegante atuendo real y la forma en que colocaba sus manos detrás de su espalda.
Sin querer, recordó lo que esas manos le hicieron la noche anterior. Un calor inundó sus mejillas.
Mientras salían de los Cuartos Reales, no se dio cuenta de que él había ralentizado el paso hasta que caminaba justo a su lado, su cuerpo casi tocándolo.
Una sensación de ligereza y paz llenó su corazón mientras caminaba junto a él. Los guardias inclinaban la cabeza en señal de saludo al pasar, y las criadas se hacían a un lado.