Chapter 2 - KOTOR 01 Graduación

En un tiempo de agitación para la galaxia. Casi cuatro mil años antes del nacimiento de Luke Skywalker. Las Guerras Mandalorianas han agotado los recursos de la Antigua República al punto de la ruptura.

Con tantas fuerzas de la república en el frente, los sistemas en el borde exterior se tambalean al borde del caos. La ciudad mundo de TARIS. Alguna vez un próspero centro comercial, se vuelve un campo de batalla para las pandillas rivales de criminales.

En Taris, como en otras partes, la República confía cada vez más en los Caballeros Jedi para mantener el orden. Pero con muchos Caballeros ausentes por las guerras, se acude a los inexperimentados estudiantes de las academias satélite de la orden Jedi para llenar el vacío...

 

Comienza la narración

 

En los Territorios del Borde Exterior/Sector Ojoster/Sistema de Taris/ en el planeta Taris un concurrido y bullicioso mundo ciudad llena de grandes y alto como bellos edificios, entre ellos se podía ver un humano pelirrojo y de lentes, un Klatooinian (Los klatooinianos son humanoides, eran calvos con unas protuberancias encima de su cráneo, tenían cejas prominentes y dientes visibles, también poseían una constitución fuerte, un rostro de rasgos duros y horribles en sus caras) y un Snivviano de ropas moradas hablando de negocios clandestinos.

 

- ¿Estas..? Estás seguro de que no es riesgoso. ¿Hacer esto en pleno día? Pregunto el Klatooinian inseguro por la situación en este negocio no muy legal.

 

- ¿Tranquilos, de acuerdo? Actúan como si nunca hubieran hecho esto antes. Este es Taris. El permiso de Lary es suficiente como para no molestar a un comercio pacífico como el mío. Explico con calma Marn mientras caminaba con sus acompañantes despacio hasta donde tenía lo que quería ofrecerles.

 

- ¡Cualquier comercio! Especia Ryll, Cerveza Lum… Esto es tu elección. ¿Cómo los consigues? ¿O no se permiten hacer preguntas? Indaga el pelirrojo curioso por el negocio que estaba por hacer.

 

- Marn Hierogryph no tiene secretos. ¡Solamente un ojo perspicaz, una mente notable, y un gran hocico para hacer los tratos! Se alagó a sí mismo el Snivviano por creerse un gran comerciante.

 

- Conseguí un equipo de droides cargadores y un feliz arreglo con el gremio de estibadores del puerto principal. ¡Cuando hay un exceso de trabajo! Mi equipo entra… ¡Y sus mercancías salen! ¡Ahora mismo hay un fletador de cerveza con destino a Coruscant con mil tonos de inmundas aguas locales a bordo! Informe el Hierogryph a sus socios sobre sus planos y sus tratos, nada moral y nada legal.

 

- ¡Te compraré esos..! ¡Tus precios son mejores que cualquier otro que haya visto antes, desde los Vulkars o los beks ocultos! Alago el humano con una leve sonrisa dispuesta a hacer un trato, mientras Marn reía al ver la actitud positiva de sus socios.

 

- Esa es la razón por la que soy un operador independiente. No les doy facilidades a las pandillas, mi amigo.. Les doy facilidades a ustedes. Su único gasto, mis droides y yo. Explico el Snivviano alegre mientras con un control habría la cortina metálica de la bodega, pero su sonrisa y su buen humor se vio interrumpido por sonidos de sable de luz, así como pudo ver chispas, al terminar de subir la cortina se vio a su viejo. conocido nada amigable con él. Era el jedi novato vestido con sus ropas típicas de jedi de color blanco y café, así como botas y pantalones marrones, rodilleras metálicas, el cual tenía cerca a los restos de droides desmantelados con su arma, la cual era un sable de luz de color. amarillo mientras tenía una ligera sonrisa.

 

- ¡Muy tarde, Gryph! Decidi venir en persona y reducir tus gastos indirectos. ¡Espero que no te importe! Se burló el castaño viendo al contrabandista y sus socios.

 

- Oye, ahora no había ninguna orden para hacer esto… ¿No es así Wayne? Dudo y pregunto Marn algo sorprendido por la presencia de su enemigo en sus negocios.

 

- Es Zayne. Corrigió el castaño algo malhumorado por como se olvidan de su nombre.

 

Los contactos del alienígena de ropas moradas huyeron mientras el contrabandista hablo

 

- ¡Y no hay ninguna orden para que ese haga esto, tampoco! ¡Él no es un jedi! ¡Él solo es un interno! Expuso Hierogryph explicando el contexto del porqué el castaño estaba en ese lugar.

 

- ¡Eso es ser un padawan! Corrigió nuevamente el jedi aclarando el rango que tenía en la orden.

 

- ¡Eso es ser un Tonto! Se burló el de ropas moradas mientras con su control hizo que un montón de bidones había a caer sobre su adversario desde un compartimiento desde arriba de una de las paredes.

 

- Oh, no. Maldijo su suerte mientras empezaba a caer los contenedores, pero con su sable desenfundado logro cortar varios antes de que cayeran sobre él.

 

Lamentablemente, el padawan fue bañado en los desechos de los bidones que corto y este se asqueó al ver lo repulsiva que eran dichos desechos, pero igualmente corrió a la salida persiguiendo al contrabandista mientras subía una escalera de mano exterior mientras sus socios huían por donde vieron.

 

- ¡Muchachos, regresen! ¡Tengo una unidad en la puerta este que está llena de motores de deslizadores terrestres fuera de línea! Ofreció insistente Marn mientras seguía subiendo la escalera para escapar de su perseguidor.

 

- No hay emoción hay paz, no hay emoción hay paz. Recito el código jedi Zayne que estaba a punto de perder los estribos por la situación tan desagradable en la que estaba mientras apagaba su sable de luz.

 

El padawan corrió tras el Snivviano y subió las escaleras hasta que logro estar cerca de él y con una mano intento usar su truco mental.

 

- ¡Espera!, tú no quieres irte. Ordeno el castaño usando sus poderes con el contrabandista.

 

- Yo no quiero irme. Imito Gryph estando bajo el poder de Zayne o eso creía el jedi.

 

- Tú quieres bajar. Siguió Ordenando a Zayne mientras seguía usando sus poderes en su objetivo.

 

- Yo quiero bajar. Siguió imitando el de ropas moradas, pareciendo que estaba bajo el truco del jedi.

 

- Tu quieres voltear. Siguió Ordenando el padawan pensaba que el contrabandista estaba bajo su control.

 

- Yo quiero volar. Siguió imitando al Snivviano aun fingiendo que estaba bajo el control del jedi.

 

- Y hacer esto. Se burló el traficante mientras con un pisotón piso la mano del jedi sobre el eslabón de la escalera haciendo que se suelte de él y de la impresión, además de estar cubierto de desechos, causante que se resbalara y soltara sus pies de la escalera solo sosteniéndose con una mano para no caer al vacío

 

- ¡Se supone que tú haces lo que yo digo! Se quejó el padawan mientras apenas se sostenía con los dedos de una mano.

 

- ¡Pah! "Tus trucos mentales" podrían funcionar con algunos… ¡Pero no en el Gryph""! Afirmo con una sonrisa maliciosa como traviesa el de ropas moradas.

 

- ¡Adiós interno! Se despidió con un además de mano, el Snivviano.

 

 

- Solo espera que… No termino de hablar el castaño porque por la porquería que cubría sus manos hizo que se resbala y cayera al vacío.

 

Mientras en un automóvil deslizador conducido por un chofer se veía a un Hamadrya verde de cabello, bigote y barca blanca de ropas moradas llamado Haydel Goravvus (Los hamadryas eran casi humanas con piel verde y hocicos simiescos) y un skrilling azul de ropas cafés llamado Jervo Thalien (Los skrillings que eran humanoides robustos, su altura era de 1,5 y 1,9 metros, con piel arrugada, ojos hundidos y ocho tubos de respiración. Tenían varias filas de dientes afilados, una cresta ósea en el cráneo que iba desde la frente hasta la nuca y manos de tres dedos muy horribles y largos) ambos charlaban

 

- Y no estoy seguro si industrias Lhosan se retiró de Taris completamente Jervo. ¡No puedo seguir haciendo concesiones sobre los impuestos! Declaro Goravvus dando a entender sus limitaciones por la situación.

 

- ¡Senador, no creo que usted comprenda cuan caro es hacer negocios aquí! Cuestiono Thalien intento hacer comprender al diplomático,

 

- Fue bastante lamentable cuando los Vulkars mudaron su centro de operaciones fuera de nuestra superficie. Ahora los pequeños oportunistas en la ciudad alta están empezando a ser audaces. ¡Gracias a las estrellas que ellos no han pensado como colocar un puerto espacial todavía! Expuso el skrilling viendo las cosas negativas o positivas de los eventos recientes.

 

- El alguacil tiene un plan para las pandillas, ya te lo dije. Y cuanto a tus pequeños oportunistas, el concejo me ha asegurado que los jedis tienen la situación bajo control. Aseguro Haydel despejando las dudas a su socio, justamente luego de decir eso se vio al padawan caer desde una gran altura.

 

- ¿Como cuánto supondrían aquellos impuestos adeudados que necesitas? Pregunto el senador a su conocido con duda mientras el cómo Jervo ambos miraron por un costado de su automóvil como caía Carrick sobre los demás vehículos rebotando entre ellos.

 

- No hay suficientes créditos en la galaxia, senador. Afirmo Thalien con seguridad mientras ambos veían como el jedi rompía la ventana de un edificio

 

- Creo que me rompí unas costillas, no es nada que el kolto no pueda curar, eso podría haber sido mucho peor. Se quejó y afirmo mientras múltiples sables de luz apuntaban al castaño que aterrizo en una mesa.

 

Zayne vio a los maestros Lucien Draay, Q'Anilia, Raana Tey, Feln, Xamar con sus armas alzadas en alto hacia el intruso, pero el rubio se dio cuenta de que era su aprendiz.

 

- Zayne Carrick. Puedo suponer que se te olvido el banquete que habíamos planeado… ¿O esta es tu idea de hacer una entrada? Afirmo sarcástico Draay con una ligera sonrisa intentando saber del porqué de ese alboroto del joven.

 

- Oh, el banquete. Lo siento, maestro Lucien. Pero he estado persiguiendo a Marn Hierogryph todo el día, ya casi lo tenía esta vez, Se lamentó el padawan por el desorden y el alboroto mientras explicaba sus intenciones.

 

- Un poco más tarde de la fecha debida. La república está contando con nosotros para mantener la paz. Tendré que hacerlo yo mismo. Reprocho el rubio con una cara algo hostil a su pupilo.

 

- No, señor, yo... Pero el padawan no pudo terminar sus palabras porque se rompió la mesa bajo su cuerpo y terminó en el suelo.

 

- Por favor disculpen a mi impuntual padawan, todos ustedes otra vez. Incluso para alguien que estudia la serenidad, este es un momento emocionante. Se disculpó el rubio e intento razonar las acciones imprudentes como caóticas de su padawan.

 

Lucien se dirigió a los padawans en la sala.

 

- Como ya saben, dado que todos ustedes han completado las pruebas jedi, en la ceremonia de esta noche mis compañeros maestros y yo revelaremos los nombres de aquellos que enviaremos a Coruscant por el título de caballero jedi. Caballeros quienes legando la fuerza. Continuarán protegiendo los mundos del borde exterior como Taris durante las décadas venideras. Informe a los aprendices sobre los seleccionados para subir de rango.

 

Luego el rubio se volteó hacia donde sus compañeros y agarro una copa de licor igual que los demás maestros.

 

- Un brindis… ¡Por un día importante en la orden jedi! Proclamo Draay mientras veía a los demás maestros.

 

Mientras con el padawan él vio a otros de su mismo rango como Kamlin que era una caída de ropas azules y moradas, (Los falleen son humanoides reptiles que pueden vivir 250 años, la piel de estos era de color verde podría cambiarla a roja o naranja cuando se liberaban ciertas feromonas) Oojoh que era un Ho,din de túnica café (Los ho'din eran humanoides altos y de piel multicolores, dedos tenían largos con ventosas en las puntas que usaban para trepar los árboles yen sus cabezas tenían tubos medianos carnosos cubiertos de escamas que parecía su cabello, que actuaban como sensores térmicos), Shad Jelavan que era un joven humano rubio de túnica azul, Gharn que era un Nagai de túnica blanca (Los nagai son casi humanos, altos y delgados, de piel pálida, cabello negro azabache, ojos grises y rasgos angulosos, que eran considerados atractivos, pero de aspecto algo demacrado y frágil)

 

Jalavan le ofreció la mano a su amigo Carrick para que se levantara

 

 

- Gracias Shad. Agradeció el aprendiz de Lucien mientras procedía a ponerse de pie.

 

- Te aseguras de llamar la atención de los maestros, mi amigo. Alago el rubio mientras tenía una sonrisa en su rostro, luego soltó del brazo su camarada al ver que ya podía caminar sin problema.

 

- ¡Quizá deberías tratar de hacerlo no tan seguido! Sugirió el Nagai con una sonrisa traviesa mientras se cruzaba de brazos.

Shad pudo oler el olor de su camarada con algo de asco

 

- ¿Qué, estuviste celebrando temprano? ¡Hueles como una cantina! Volvió a bromear Jelavan mientras tenía una mano en su hombro.

 

- No me preguntes, como si tuviera razones para celebrar de todos los modos. Pero tú seguramente serás nombrado caballero. Ustedes cuatro. Aseguro Carrick algo pesimista al ver que no tenía muchas posibilidades para subir de rango.

 

- Todavía hay esperanza, Zayne. La guerra está empeorando. Ellos enviarán más Jedi contra los mandalorianos, cuantos más ellos necesiten. Animo el rubio para hacer ver a su compañero que aún había chance de ser un caballero, mientras le pasaba una toalla a su amigo.

 

- "Bajar los niveles, el habitual protector de Zayne Carrick" Bromeo y agradeció el castaño con una sonrisa un poco más animada mientras recibía la toalla del rubio.

 

- De hecho, los cuatro hemos concluido que la completa ineptitud de tus actos solo es un pretexto para que puedas fallar y quedarte en Taris donde todavía podrías ver a mi hermana. Afirmo con humor y una sonrisa burlona, ​​dando a entender qué sabía los accidentes que provocaba su amigo no eran fortuitos.

 

- Cállate. Solo me alegro de que ella no esté aquí para verlo. Pidió y se quedó Zayne algo molesto por las palabras de su amigo, mientras se limpiaba la suciedad de la cara con la toalla.

 

El castaño claro se dio la vuelta y pudo ver a la antes dicha hermana cuyo nombre era Shel Jelavan una chica humana, rubia de un vestido de color lavanda.

 

- Oh. Hola Shel. Saludo algo nervioso Carrick al ver a la bella fémina con un leve sonrojo en su rostro.

 

- ¿Mencione que, desde esta noche, la ceremonia es privada, y los maestros invitaron a nuestras familias para la comida? Afirmo el rubio dudoso si le había contado a su camarada sobre ese detalle.

 

- Lástima que tus amigos viven en otros mundos. Lamento Shad algo de pena por la soledad de su amigo en esta fiesta.

 

Shay el hermano pequeño vestido de túnicas blancas, se acercó corriendo hasta su hermana Shel llamando su atención, pero ella hablaba con Zayne.

 

- Está bien. Ellos ya me han visto hacer el ridículo. También podría darle una oportunidad a tu familia. Afirmo el castaño a su amigo para luego dirigir la mirada a la hermana de Shad.

 

- ¿Cómo has estado, Shel? Consulta a Carrick a la chica con una sonrisa mientras seguía limpiándose con la toalla.

 

- Muy bien, Zayne. Respondió la rubia a la pregunta del castaño claro con una sonrisa.

 

- De acuerdo y como tu hermano estaba diciendo, yo traje abajo a toda la orden, jedi tres, quizás cuatro veces es un solo día y no me han detenido todavía. Por lo menos no creo que pase. Declaro con ironía Zayne recordando sus fracasos y errores en sus misiones.

 

Lucien y su amiga camarada miraluka se encontraron, él le habló

 

-¿Q'anilia? ¿Se te perdió algo? Consulta el maestro rubio a su compañera con duda en su tono de voz viéndola cerca de él.

 

- Lo siento, Lucien. Es solo que en cierto modo. Me alegro de que hiciéramos esto. Es algo como un cambio venidero. Un día triste. Se lamentó la maestra de túnica morada mientras una lágrima salía de bajo de sus vendas.

 

- No hay nada triste en ello. Todos vamos a donde la fuerza nos lleve. A donde sea que podamos conducirnos. La orden debe ir. El verdadero día triste será cuando Lucien Draay. Más que nadie tenga que explicarte sobre la fuerza unificadora, decir quién y que eres tú. Explico el maestro rubio a su compañera tratando de hacerla sentir mejor.

 

- Bien, bien. Pero Justo por eso es que los extrañaré a todos, incluso a Zayne. Afirmo algo más animado, Q'anilia mientras veía a los jóvenes hablar entre ellos.

 

- Él no se refleja en ti y lo sabes. Aseguro con una sonrisa la Miraluka mientras seguía mirando a los chicos.

 

- ¿Quién Zayne? Debo admitirlo, él es entretenido, pero hay cosas más importantes sobre las que pensar, antes de esta noche. Admitió y reclamo el maestro humano mientras se acercaba por detrás de su camarada Xamar el cual le dirigía la palabra.

 

- ¿Siiii, esta noche te comunicaste con Corussssant? Consulta el Khil con su atento extraño al hablar con sus zarcillos que tenía por mandíbulas.

 

- Yo escuché lo que necesitaba escuchar. Concluyo Lucien a su camarada alienígena mientras seguía mirando a los padawans.

 

 

- ¿Siiiiiiiii, pero que Diiiiijo eeeella? Volvió a consultar Xamar dudoso mientras seguía mirando a su compañero.

 

- Todo está preparado, estén en paz. Respondió el maestro rubio seguro de lo que iban a hacer esta noche.

 

Luego Lucien llama la atención de Zayne

 

- ¡Zayne! Te encargarás de que el administrador sea compensado. Ordeno el maestro humano a su aprendiz mientras lo veía.

 

- ¡Yo atenderé los daños, maestro Lucien! Respondió castaño claro, asumiendo la responsabilidad de su error.

 

- Y de la comida, será en efectivo, por favor. Volvió a ordenar al maestro Draay con un toque de amabilidad.

 

- Pero esos son todos los gastos, yo. Se lamentó Carrick sin saber si podría pagar por todo, pero al final avanzando con la cabeza.

 

- Si maestro Lucien. Acepto el castaño, algo pesimista, sin saber si tenía para pagar todo lo que le ordenaban.

 

- Te veremos esta noche y no llegaremos tarde esta vez. Pidió Lucien mientras se iba con sus compañeros.

 

Los compañeros de Zayne se acercaban a él para decirle algo.

 

- Aquí. Quizás esto ayude. Ofreció Shad dándole dinero a su camarada endeudado.

 

También le dieron dinero Oojoh, Kamlin, Gharn a su camarada en apuros

 

- Esperen, pueden pagar por esto, guárdenlo para su familia. Se quejó avergonzado Zayne por la generosidad de sus camaradas.

 

- Silencio, estamos a punto de empezar a vivir sin posesiones, ¿recuerdas? Todo resultará muy bien. Puedo sentirlo. Te veremos esta noche. Aseguro el rubio a su amigo mientras sonreía.

 

Más tarde, luego de que celebraran juntos cuando ya estaba anocheciendo. El chico logrará limpiar su desastre y se quedó atrás dándole su dinero al administrador del salón quien era un Besalisco traje de gala verde (Las cabezas de los machos de Besaliscos lucían crestas prominentes y cuatro brazos horribles, por otro lado, las hembras podían tener hasta ocho brazos, ambos géneros poseían una bolsa bocal bajo sus labios similar a las ranas, Unos bigotes sensoriales abajo de sus narices, justo encima de la robusta barba que poseían adultos) mientras este seguía calculando los gastos y el padawan le dirigiendo la palabra

 

- ¿Usted no lo tiene calculado todavía? ¡La ceremonia es un menos de una hora! ¿No puedes hacer simplemente un estimado? Consulte dudoso el castaño claro viendo como el administrador seguía sacando los gastos haciendo muchos cálculos en su calculadora.

 

- No, ¡no puedo hacer simplemente un estimado! Esta mesa era de madera noble de Taboon. ¿Sabe lo difícil que es conseguirla en esta ciudad? Reclamo dueño del salón muy serio mientras hacía cálculos sobre los gastos.

 

- Mire, solo tomo todo en la bolsa, yo tengo qué. Ofreció el padawan porque pudo ver por la ventana rota viendo como en una pasarela muy ancha y muy concurrida, pudo notar a un ser de la misma raza y misma ropa que quería atrapar que caminaba por ahí alumbrado por las farolas de los alrededores.

 

- ¿Grifo? Pronuncio el aprendiz notando más la apariencia del casi probable contrabandista que tanto quería atrapar.

 

- Y por cierto, ya te dije, no voy a organizar nada para los jedis, otra vez sin agregar un seguro y un. Exigió el administrador, pero no pudo terminar de hablar porque vio como el padawan se acercaba a la ventana y saltaba por la misma para bajar a la pasarela llena de gente y se llevaba su bolsa con dinero.

 

- Oye... ¿Qué hay sobre mis créditos? ¡Espera! ¡Regresa aquí! ¡MI DINERO! Reclamo y exigió el administrador mientras gritaba al padawan que huyo por la pasarela en dirección a su objetivo.

 

Mientras con el contrabandista de ropas moradas, este hablaba con humano con sombrero asiático, ropas doradas y unas gafas de sol naranjas.

 

- No sé por qué estoy comprándote después de lo que trajiste el mes pasado. Grifo. Reclamo el humano mientras veía un pequeño dispositivo que mostraba lo que contenía el lugar y que era la llave para entrar al lugar de la mercancía que le ofrecía el Snivviano.

 

- ¿Qué eres ahora, un antiguo historiador? Eres un coleccionista de droides... Y este es un almacén lleno de los principales cargadores a granel de la serie T1... ¿Entre todos ellos algunos dings? Específico el contrabandista su mercancía con una leve sonrisa a su socio.

 

- Bien, no me interesaría, pero es difícil resistirse contigo echando el lubricante en todas las máquinas. ¿Dijiste mil tambores? Admitió y consultó al humano mientras seguía viendo la lista del dispositivo y lo que había dentro del depósito.

 

- Quizás sean algunos menos. Hemos tenido Mynocks. ¡E ignora el desorden! ¡Mi droide de limpieza está en la tienda! Aclaro el de ropas moradas dando detalles de lo que vendía a su conocido.

 

Mientras se alejaba de su socio, Marn vio como alguien soltó una bolsa de dinero, se le quedó observando la bolsa de la cual se asomaban monedas, así que decidió recogerla y de un momento a otro Zayne Carrick se abalanzó por la espalda al traficante.

 

- Te atrapé. Exclamo el chico castaño victorioso al tomar por la espalda a su viejo adversario.

 

- ¿Crees que sí, Eh? Bromeo el contrabandista teniendo un truco muy confiable como clásico para esta situación o eso creyó.

 

- ¡Ayuda!, ¡ayuda!, ¡este delincuente está intentando robar mi dinero! ¡Ladrón! ¡Asesino! Grito a todo pulmón finciendo ser una víctima de robo, pero nadie le apoyaba y solo se veían gente pasando sin prestarle mucha atención.

 

- Vas a tener que elegir un planeta con un público más colaborador para que eso funcione. Afirmo con ironía Zayne mientras seguía sosteniendo a su adversario.

 

De un momento a otro el Snivviano arrojo la bolsa de monedas que estas se esparcieran por la zona

 

- ¡Día de pago! Anuncio Marn mientras veía las monedas por todos lados y la gente de los alrededores fueron a recogerlas y pelearse por ellas haciendo el padawan se distrajera

 

En un momento en su huida, el contrabandista sintió que su cuerpo se levantaba en el aire.

 

 

- Parece que perdió peso. Bromeo sintiendo que estaba en el aire como detenido sin poder seguir caminando

 

- Y al parecer yo he perdido todo mi dinero. Respondió al chiste de su contrincante con algo de rabia.

 

- Debo admitirlo, me sorprendí verte lanzándolo lejos. Afirmo asombrado, el joven jedi seguía usando los poderes, sin saber la razón por la que su adversario arrojo el dinero sin darle importancia.

 

- Ahhh, esa es una pequeña suma para un tipo como yo. Se burló Hierogryph con un tono desinterés por el pequeño montón de créditos del castaño.

 

- Eso no pareció detenerte de tomarlo para empezar. Afirmo Carrick mientras traía al contrabandista hacia él y le ponía las esposas para que no pudiera escapar y lo llevo a su motocicleta deslizadora.

 

Ya en el vehículo el padawan conducía dirigiéndose al templo junto con el prófugo que capturo

 

- Escucha, interno. Tú no quieres hacer esto. Bromeo y suplico el traficante mientras con sus manos imitaba los ademanes de los trucos mentales.

 

- Cualquier suma que estés pagándote. ¡Yo te lo atreveré! Ofreció desesperado el cautivo intentando convencer a su captor.

 

- Ellos no le pagan a un jedi, al menos no creo que ellos lo hagan. Para cuando yo consiga ser uno, todas las reglas pueden haber cambiado. Dudo el castaño pensando como serían los jedis en un posible futuro.

 

- Apuesto que tú aún no lograras perder la trenza, ¿Eh? ¿Cuánto quieres por ella? Conozco a coleccionistas que buscan ese tipo de cosas. Ofreció el contrabandista con una sonrisa traviesa viendo que si su apresor le interesaba esa oferta.

 

- Yo estoy yendo ahora mismo a una ceremonia donde sabré qué estudiantes han sido nombrados caballeros. Si ellos me escogen, te atreveré mi trenza. Aclaro Carrick a su cautivo que le daría lo que tanto quería de él.

 

- ¿Es eso probable? Consulta dudoso el Snivviano con la expectativa de obtener lo que quería.

 

- Solo si ellos pierden la cabeza, si no lo ha notado, soy un tipo de peste. Afirmo de forma pesimista el padawan mientras inclinaba la cabeza hacia abajo, algo apenado.

 

Finalmente, llegaron y aterrizaron la deslizadora en el hangar de la academia jedi.

 

- Los snivvianos somos todos narices, amigo, todos huelen igual para mí. Bromeo el delincuente con una sonrisa

 

- ¿Así que, que sigue luego? ¿Me estás llevando para dar un gran salto con tu sable? Indago el de ropas moradas con sarcasmo, sin saber que iba a pasar ahora.

 

- No, no lo permiten en la planta del templo. Ni siquiera se supone que deba traer un prisionero aquí, pero tengo prisa. Esclareció Zayne mientras aflojaba las esposas de su prisionero.

 

- Gracias, estaban empezándome a irritar mis antebrazos. Agradeció el Snivviano con una sonrisa sintiéndose más cómoda.

 

- Si tengo suerte, todavía puedo alcanzar el fin de la ceremonia. Afirmo esperanzado Carrick mientras ataba al contrabandista a la motocicleta para que no pudiera huir, mientras se iba corriendo a donde debía ir.

 

- ¡Regresa aquí! ¡Exijo ver al alguacil del sector! ¡Ella puede arrestarme, pero con seguridad tendrá un trato más suave! ¡INTERNO! Demando gritando enojado como indignado, Hierogryph observando como su apresor se fue hacia la torre.

 

- ¡Deséame suerte! Pidió amable el padawan mientras abría la puerta de la torre y se introducía dentro.

 

- Maestros, por favor, perdónenme por la tardanza. Se disculpó Carrick, pero lo que vio lo paralizado y eso era que visualizo a los maestros con sus espadas de luz alzadas con una mirada seria, con los cuerpos de sus camaradas padawans tirados inertes a sus pies con marcas de sables de luz a lo largo. de sus cuerpos.

 

- Llegas tarde, chico. Regaño Lucien con una cara seria y fría mientras miraba a su alumno.

Zayne se dio media vuelta y huyo por donde vino al ver la tétrica escena.

 

- El fin -