Habían pasado unos días desde que me quede en la casa de ese chico Daewon, a veces me cuestiono mi suerte, estuve en un lugar que de seguro habría sentenciado mi muerte, pero fue el momento exacto para encontrar a una persona capaz de ayudarme a sobrevivir.No mentiré al decir que no fue incómodo recibir su ayuda, no tanto por sus padres que me preguntaron mi relación con su hijo, si no por ser él quién parecía volver el ambiente tenso.Esa mañana desperté, no quise abrir mis ojos por completo, por lo que fingí seguir durmiendo mientras escuchaba la conversación y el sonido de las teclas de la laptop al apretarse con los dedos de Daewon. Era muy ruidoso, parecía una de esas computadoras antiguas.— ¿Hay un pronóstico? —Habló a través del celular—. Si, ahora estoy pensando en eso. —Su voz se oía decidida, pero había un aire deprimente—. Si sería bueno encontrarnos ahí...espera, oye, cálmate, Namwoo. —Se acomodó en el respaldar de la cama, deteniendo sus dedos—. Acabo de hacerlo…no estoy abandonando…los llevaré y volveré. —Suspiró masajeándose la cien con dos dedos—. Groenlandia es el país que no ha registrado casos, si se cancela la ruta internacional de vuelos estaremos jodidos…ves, piensas como yo, lucharé por mi país, pero no sacrificaré a mi familia.El chico llamado "Namwoo" parecía haberse exaltado en la llamada, pues su voz fue tan alta que perturbo el sonambulismo de Shiwon, quién se removió abriendo los ojos para visualizar ese gesto de frustración en su compañero, o eso espero ver, sin embargo se encontró con la risa de Daewon mientras charlaba por celular. Su mente quedó atónita, en todos los días que compartió la rutina con Daewon, parecía que aquel hombre no conocía el gesto de "sonreír".Daewon se percató de los ojos puestos en su encima, por lo que cortó la llamada carraspeando su garganta.— Buenos días. —Las líneas que se formaron por su sonrisa volvieron a ocultarse, el semblante ahora era más tranquilo e indiferente. —. ¿Sabes que es malo escuchar conversaciones ajenas? —Apagó la laptop cerrándola y la puso en la mesita del costado. — Estaba durmiendo. — Si, es mi habitación. Shiwon, como ya has escuchado, posiblemente hoy esté en camino a Cheongju. —Se rascó la nuca nervioso—. Hoy tienes que llamar a tus padres o amigos para que pueda dejarte con ellos.— No quiero ir con ellos. —Se levanto abruptamente mirando enojado a Daewon—. Tengo más posibilidades de vivir contigo. Daewon negó con la cabeza soltando todo su estrés al chocar con el respaldar. Volteó un poco tronando su cuello y dirigió su mirada al cuerpo de su costado. Esos ojos cansados que se profundizaban en el negro de las bolsas que lo sujetaban, daban una extraña incomodidad y ansiedad al pedir un poco de calma. Aunque la enérgica reacción de Shiwon no era el problema principal, de alguna forma logró irritarle hasta sentir ese apretón en el músculo entre sus ojos.— Ja…no se trata de posibilidad, además no puedo cuidarte. —Jaló las palabras moviendo casi sus labios, todos siendo entre dientes.— Te pagaré. —Sonrió de lado alzando sus cejas—. Se cómo bajártela si tienes otra erección.— Olvida eso. —Rodó los ojos—. En primer lugar, no te conozco en lo mínimo y si te estoy acogiendo es porque te salve y no soy tan basura como para dejarte morir, y segundo, no me gustan los hombres.— Si me dejas serás la misma basura que estás tratando de impedir, y si me convierto en zombi te buscaré para comerte. —Daewon hizo una mueca apretando su mandíbula. Shiwon se acercó casi gateando—. Te lo juro por mis millones de seguidores.— ¿Eres creador de contenido? —Soltó una pequeña risa empujando con su mano la cara de Shiwon—. Podría considerar ayudarte a entrar a mi división en el ejército… ¿Hiciste el servicio militar?— Por supuesto que no. Ese color verde estanque no combina con mi maquillaje... ¡Oh por dios! —Se alejó de Daewon llevando sus manos a su rostro, golpeando en el proceso sus mejillas—. Mi maquillaje, tienes que llevarme a mi departamento.— Eso haré hoy mismo.Shiwon se percató de la pila de maletas cuando salió de la habitación, y mientras más se acercaba al final del pasillo, se encontraba con más desorden, los señores corrían de un lado a otro del departamento balbuceando entre ellos, supuso que el plan de salir del país de Daewon había sido conversado cuando él estaba durmiendo, por lo que no tenía mucha información más que suponer un destino previo a llegar a Groenlandia. Caminó dudoso hacia la cocina, la ropa que tenía puesta era mucho más grande que su propio cuerpo al ser de Daewon, de alguna manera se sentía protegido con solo esa camiseta.— Oye, ya recordé quien eres. —Hyunjun entró con una mochila colgada en sus hombros, parecía estar equipando el alimento enlatado—. ¿Eres "Red punki"?— Ah, sí. —Sonrió mirando al menor mientras tomaba una botella de agua—. Me alegra saber que alguien me conoce, aunque puedes llamarme Shiwon Hyung.— Shiwon hyung… —Balbuceó cerrando la mochila y poniéndola en su espalda—. Sé que no debería meterme, pero soy tu fan y…—Se acercó rápidamente tomándolo de los hombros. Shiwon no iba a protestar hasta que fue empujado contra la nevera, su cuerpo cerró la puerta y sus ojos se abrieron por completo—. Si mi hermano te está amenazando para que estés con él, yo mismo le pegaré y te sacaré de aquí.Shiwon se sonrojo por las palabras del muchacho, no pensó que podrían malinterpretar tanto la situación. Empujo con suavidad a Hyunjun para poder respirar, le estaba dando calor por la vergüenza.— No me está amenazando ni nada. —Carraspeo la garganta sintiéndola seca, a pesar de haber tomado agua hace unos segundos—. Daewon oppa me salvó la vida.La respuesta no parecía convencer del todo al pequeño chico con flequillo, abultó sus labios analizando a la persona que tenía acorralada. Sus ojos eran filosos y desbordaban curiosidad, Shiwon se sintió aturdido mientras los minutos pasaban y la cercanía era cada vez más asfixiantes, hasta que habló.— Ah, ya entiendo. Lo siento por pensar eso. —Hizo una mirada de cachorrito triste por unos segundos, luego pareció que su mirada se iluminaba. Un cambio drástico en su expresión.—. ¿Eso quiere decir que vendrás con nosotros?— No…—Desvió la mirada jugueteando con la botella entre sus manos—. Yo tengo que volver a mi departamento.
— Exacto. —La voz de Daewon hizo que ambos se asustaran—. Es hora de irnos. Los espero en el ascensor.