Aun asi mi sentido de supervivencia no me lo dejo facil. En el dia un paraiso de ensueño, en la noche un paramo helado y sombrio. Solo la luz de la luna me daba un poco de calma, mis ojos se entreabrian. Con cada movimiento del viento, las hojas, la hierba y las ramas respondian en consecuencia.
A veces se escuchaban animales correr o gasnar, el sonido del agua casi desaparecio aumentando aun mas el volumendo de los otros. Y eso lo hacia peor cada pequeño sonido me sobresaltaba y hacia que mi pulso estallara, la verdad siempre fui una persona algo nerviosa y en esta ocascion no pueden culparme.
Las bajas temperaturas tambien me estaban afectando, el frio me carcomia los huesos, me sentia acalambrado y con mucho frio. El no poder encender una fogata fue una mala jugada, ansiedad estaba empezando a florecer en mi, como una mala hierba que no quiere irse. 'Tranquilo calmate, ahora mismo no es el mejor lugar para dejarse llevar por la ansiedad' En se momento regularice mi respiracion como me enseñaron en las clases de ecucacion fisica. 'Lo mejor que podemos hacer es relajarnos y tratar de pasar la noche en paz'
Unas horas despues que la luna domino al sol, se escucharon movimientos en el entorno. Al principio fue la sensacion de que algo mas estaba conmigo, luego que alguien o algo me estaba viendo, y en esa situacion eso no era bueno 'Por favor que sea solo mi imaginacion.. por favor por favor!'. Pero luego algo alboroto mis sentidos, la sensacion amenaza se extendio poco a poco por mi cuerpo, instintivamente mi cuerpo se tenso, pero no termine de despertarme que un nauseabundo olor a sangre me asalto 'Realmente hay algo aca conmigo' Mi pulso se acelero y senti como si el tiempo se detuviera 'Que sera... Un valle asi y un bosque de este tamaño'
Queria correr pero no podia, mi instinto me gritaba que huyera pero mis pies no se movian, el panico me estaba dominando, ya no podia mas... hasta que lo senti, algo que cruzaba los limites de todo lo conocido por mi persona, senti como mi propia alma me gritara que corriera...'N-no... por favor no'. El aliento de lo que sea que estuviese conmigo se poso en mi espalda como la frialdad de un revolver y por los sonidos guturales que hace parece ser muy grande.
Corri, me desplaze por el bosque cual toro embravecido en una carrera de obstaculos. Las ramas me rasguñaban y desgarraban mi ropa, los arboles se desdibujaban a mi alrededor, todo se volvia manchones negros y verdes. 'Quiero vivir' fue el unico pensamiento que cruzaba por mi cabeza mientras daba zancada de una esquina a otra, intentando esquivar arboles, raices, rocas y cualquier cosa que estuviera en el medio camino pero cada vez era mas y mas dificil. El barro humedo y cada raiz traicionera me quitaban fuerzas.
Inalacion tras inalacion mi cuerpo se volvia mas pesado, mi cuerpo me quemaba por dentro. Con cada respiracion la bestia se acercaba y con cada respiracion yo me hacia mas lento.
Aun que no lo queria admitir lo sabia, no podia escapar. Sea lo que sea que me estuvise siguiendo era persistente y no me dejaria ir, tenia que hacer algo si queria vivir 'Pero que?..' La bestia era estruendosa, desquebrajaba arboles como ramas. Mi cuerpo se tensaba y mis oidos traicionaban cualquier indicio de esperanza 'Esa cosa es enorme' pense. Lento pero constante mi cuerpo empezo a ceder, la garganta echa un desierto y mi cuerpo lleno de cortes, me estaban pasando factura. El sudor habia empapado por completo mi ropa o al menos la que me quedaba.
Y entonces la vi, una roca un tamaño pronunciado pero suficiente para que la pueda sostener con mis dos manos. Si esta cosa iba a matarme al menos la llevaria conmigo.
Tome la piedra mientras seguia corriendo, con ella a cuestas y sintiendo la bestia cada ves mas cerca, me detuve y el tiempo conmigo. Cada sentido se me intensifico, el aire ionizado por la aproximacion de una tormenta, el olor a tierra humeda, mis pies resbalandose y reacomodandose en el barro. Mi respiracion y la de la bestia viciaban el aire, su presencia auyentaba toda señal de luz del mundo. Y cuando solo me quedaba sentir su pelaje irizar mi piel.
Con un fugaz giro de mi torso, tome la piedra con ambas manos y la estrelle con todas mis fuerzas contra el rostro de la bestia. Pude sentir el golpe contra mi brazo entero, como el retroceso de un arma, este me asalto de sorpresa.
Por un momento mis ojos brillaron, estaba hecho, le habia dado un golpe critico. ¡Ahora habia una oportunidad!. Sintiendome confiado me gire completamente contra la bestia, listo para volver a atacar. Pero no fue asi, mis ojos presenciaron como una mota de pelaje negro y denso detenian la roca haciendola añicos y mis esperanzas con ella. La bestia ajena a cualquier atisbo de compasion o mis sentimientos de supervivencia, tomo este acto como un insulto. Ya no por el daño.. que fue nulo. Si no por la osadia del acto.
Furiosa, arremetió contra mí, una de sus extremidades delanteras, tan gruesa como los árboles de este bosque funesto. Cayó como un hacha al leño más duro. Sin resistencia alguna, terminé volando sin rumbo, como una muñeca de trapo que ya no desean. Golpeé contra un árbol, cual relámpago, el dolor me golpeó, mi cuerpo entero se encendió en agonía. Para este momento ninguna cantidad de adrenalina puedo salvarme. Mis músculos ardían y algunos de mis huesos fueron rotos, y mi visión se nubló. Algo se desquebrajó dentro de mí, el sonido de mis huesos golpear entre sí y con el tronco hicieron que mi cuerpo se estremeciera. Podía sentir mi sangre caliente brotar de mi boca. Los cortes y rasguños ardieron un fervor casi insoportable. Mi respiración apenas funcionaba, cortada por los borbotones de sangre que llenaban mis pulmones.
La bestia se acercaba, cuadrupeda con cabeza de lo que parecia cabra y con grandes cuernos a sus costados, la poca luz de luna de lograba atravesar la densa mata boscosa me mostraba un ser fuera de mis mas grandes pesadillas. Se acercaba a mi destrozando todo a su paso, su pelaje denso y oscuro apenas visible por el contorno, estaba lleno de ramas y hojas sueltas. Escuchaba la madera quebrarse y al viento golpear contra un ser de tal magnitud.
Poco a poco los rastros de una tormenta terminaban de dar formar a una. El sonido de un relampago en el cielo me hizo dislumbrar el aspecto horrendo y putrefacto de la bestia con mas claridad, y asi dando paso a una interminable lluvia, tan voraz como la misma bestia.
Simplemente me congele, y el mundo tambien. La vista de este ser me acompañara hasta mi ultimo suspiro.
"¡¡NOOOOO!!" Mi voz gutural y agonica sono en el bosque intentando alejar a la bestia.
No queria morir, no asi, no ahora. Y menos despues de todo lo que hice para poder huir.
Mi pecho se apretaba y mi conciencia se iba desvaneciendo, aun que llovia ya no podia sentir las gotas golpear mis heridas, el frio ya se habia alojado en mis entrañas. Mi voluntad iba decayendo con cada paso de la bestia.
Frente a frente, mire a los ojos a la bestia. Mis oscuros y abismales ojos contra las brasas ardiente de los suyos. No importaba que, no iba a ceder, por mas dolor, por mas angustia, por mas impotencia.
"YO VOY A VIVIR" Grite contra la bestia, ya nada tenia sentido, yo iba a vivir y no importaba de que manera.
Como respondiendo a mi llamado el mundo entero templo, un tiron invisible hacia mi alma surgio de esta tierra, algo mucho mas antiguo que mi propio ser o que incluso que la bestia estaba siendo atraido hacia mi.
Las sombras a mi alrededor comenzaron a moverse, a retorcerse. Pronto todo se volvio mas apagado y desde el rabillo de mis ojos las podia ver; sombras oscuras tomando forma, mientras se iban juntando y moviendo, nos iban separando a mi y a la bestia.
No era el unico confuso, la bestia tampoco entendia que estaba pasando. Y todo termino con mi corazon congelado ante la vista de un ser espectral.
Color cian, con rastros de sombras. Parecia un hombre o al menos el fantasma de uno. Sus ojos brillaban en azul frio, como el reflejo de una estrella en un lago congelado.
Con girones de lo que alguna vez fue una gran armadura, y dos espadas cortas en cada mano, hechas de lo que parecia ser un mineral muy negro y desgastado.
Un ser etereo que estaba en el medio de lo incorporeo y lo corporeo, la luz de la luna me ayudaba con tal descipcion pues lo atravesaba como si fuese agua dejando remanentes de su luz en el.
Y apesar de su estado fantasmal, una energia abrumadora emanaba de el. Mezcla de nobleza y peligro se notaban en su semblante.