Layla cerró el portátil después de sacar el USB. Abrió el cajón y lo guardó todo dentro. —Lucio necesita ver esto después de que regrese —murmuró y se levantó de la silla. Pero aún había tiempo para que Lucio regresara. Así que decidió preguntarle más tarde a Aiden si sabía algo relacionado con este caso.
Layla se quedó bajo la ducha para relajar su mente. Mientras el agua caía en cascada sobre su cuerpo, recordó todo lo que le había sucedido. «¿Por qué debería sufrir por todo esto? Ya me he sentido suficientemente culpable y triste por algo que nunca hice», pensó en su mente. «Y es el momento de que ellos rectifiquen el error».
Después de un rato, Layla salió de la ducha. Se puso una bata de baño y usó una toalla en su cabello para cubrir el pelo mojado. Al llegar a la habitación, descansó en la silla del sofá. —Alguien quiere poner en peligro la vida de Lucio. Pero ¿por qué esa persona querría hacerme ver todo eso? ¿Cuál podría ser el propósito? —murmuró.