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Chapter 10 - Capitulo IX.

Bennett.

Como era de esperarse, las preguntas curiosas de Liam sobre lo que había hecho en mis "extensas vacaciones" no se hicieron esperar. Me preguntaba sobre lo que hice, los lugares que visité, me pregunto sobre las personas que conocí e incluso me pregunto si había completado el trabajo por el que me fui. Esto me hizo saber que no fui al único que le mintieron en estos años.

Yo contesté lo que pude, lo mas sincero posible, no quería mentirle mas de lo que ya habían hecho.

- ¡Liam! -Llamo mi madre, por su tono pude sabe que estaba molesta. -Te dije que no molestaras a tus padres. – le dijo y Liam torció los ojos, Gael por supuesto le reprendió con una palmada en la cabeza.

-No pasa nada mama, necesitábamos estar juntos. -dije y ella sonrió con amor. Se acerco a mi y me dio un beso en la frente. Me levanté del suelo con ayuda de Gael mientras mi madre iniciaba una entretenida charla sobre lo mucho que se habían esforzado en tener el castillo intacto y en perfectas condiciones desde que me fui.

-Vas a llegar tarde Liam, te llevare. -Interrumpió Gael monologo de mama.

-No importa que llegue tarde, soy un Champion. -dijo con chulería y yo me reí.

-No debes abusar de tu poder niñito, ¡Vamos, vamos! a desayunar. -mando mi madre con ese tono jocoso pero autoritario.

Mientras ella entraba a la habitación yo voltee a mirar a Gael y no me sorprendió que el ya me estuviera viendo, casi parecía costumbre que su mirada siguiera la mía y viceversa.

- ¿Cómo te sientes? -pregunto abrazándome yo me refugie en su pecho sintiéndome confortado.

-Aun tengo demasiadas preguntas y pensar en que no van a contestar sinceramente o al menos completamente ninguna de ellas, me genera muchas mas preguntas. -exprese sincero y un poco frustrado. -Pero me dejare llevar un poco, hasta que sienta que ya no puedo más.

El me miro sonriendo y me dio un pequeño beso en los labios, pero para mí ahora, después del momento que acabamos de pasar no era suficiente. Tome su cabeza y junte de nuevo nuestros labios en un lento pero muy apasionado beso, sus labios eran adictivos y disfrutaría el poder besarlos cada que quisiera.

-Quiero ir contigo a llevar a Liam, ¿Nosotros no iremos al instituto? -pregunte caminando hacia el baño para asearme y realizar mis necesidades.

-Amor, todo fue una fachada. -Yo me detuve y lo miré sin entender. -Tu perdiste tus recuerdos hasta la adolescencia, por lo que tuvimos que fingir un poco que estabas en el instituto aun, pero la verdad es que tu y yo, hace mucho tiempo nos graduamos.

- ¿Pero entonces por qué me hicieron ir ayer al instituto? No lo entiendo. -dije algo molesto por tantas mentiras.

-Por que en ese lugar pasaron muchas cosas importantes en tu vida, en nuestra vida, era más fácil que recordaras así, además llegaste aquí pensando que eras un simple adolescente, seria raro que no tuvieras que ir al Instituto. -me explico con toda la paciencia que pudo reunir, sobre todo para que yo no me alterara por la situación. Pero yo por mi parte comprendí y asentí, con una mezcla de obediencia y resignación.

- ¿Entonces soy un adulto? -le pregunte desvistiéndome, ignorando el hecho de que él no me daría privacidad. El afirmo mientras no dejaba de mirarme. Por un segundo llego a mi un sentimiento de vergüenza y pudor que casi me hace decirle que saliera. Pero mis manos actuaron solas o mejor dicho, coordinadas por mi libido y continúe quitándome prenda por prenda.

- ¿Trabajaba en algo?

-Si, con tu padre. -dijo acercándose a mí, como asechándome, con una mirada que envió una corriente directamente a mi miembro. No había forma alguna de disimularlo estaba totalmente desnudo frente a él y me parecía muy infantil cubrir con mis manos mi creciente erección. 

Buscando una manera de mantener mi dignidad me volteé y abrí la llave de la ducha.

- ¿Qué hacía exactamente? -volví a las preguntas, no debía perder el enfoque. Pero el no me lo puso fácil, no cuando en lugar de una respuesta escuche ropa cayendo al suelo.

Me prepare mentalmente para lo que pasaría a continuación fuera lo que fuera. Entre a la ducha y el agua tibia cayo sobre mi piel como una manta, siempre había disfrutado el momento del baño, era el momento en que podía estar con la mente en blanco o llena de pensamientos buscando aclaración, pero en esta ducha no tendría un momento para reflexionar, no cuando sentí sus manos acariciar mi cadera.

Era un tacto suave y delicado, como si tuviera miedo de que yo saliera corriendo en cualquier momento. Sentía su cuerpo caliente detrás de mientras el agua nos mojaba, sus brazos me rodearon acercando mas nuestros cuerpos.

Tome una de sus manos que estaba sobre mi vientre para llevarla a mi boca y besarla, como una confirmación silenciosa de que estaba de acuerdo con lo que estaba pasando. Recosté mi cabeza en su pecho y disfruté de las caricias que me brindaba.

-Eres tan hermoso, Bennett. -dijo besando mi cuello y aspirando cualquier rastro de fragancia que hubiera en el. -Te extrañe tanto. -susurro como para si mismo.

Podía sentir su miembro en mi trasero, como un recordatorio de que ya había estado ahí en muchas otras ocasiones. Me sentía totalmente deseado por él, y al mismo tiempo yo mismo me sentía deseoso de él. Nunca había tenido sexo con un hombre, al menos que yo me acordara. Pero no me sentía nervioso, me sentía preparado para lo que sea que Gael me brindara.

Cuando no lo esperaba tomo mis nalgas como si fueran dos pequeñas masas de carne y ellas se moldearon con naturalidad a sus manos. Yo solo podía retener cualquier ruido que quisiera salir de mi boca, pero mi cuerpo entero demostraba lo dispuesto que estaba, mi miembro chorreante lo demostraba, ya no sabia que parte era agua y cual era presemen.

Lo que él me estaba haciendo sentir me tenia la mente en blanco, sus manos tocando partes de mi cuerpo que ni yo mismo me había detenido a explorar de esa forma y la manera en que mi cuerpo reaccionaba fácilmente a su tacto, era simplemente alucinante.

Sentí como el abrió aun mas mis nalgas y puso en mi entrada la punta de su miembro, pensé que él lo colocaría, estaba listo, deseoso de llegar a el orgasmo de la forma que fuera. Pero él no lo introdujo, solo froto con empeño por unos segundos para luego abrazarme. Para ese momento no sabia si los gemidos que escuchaba eran de el o eran los míos. Todo mi cuerpo estaba totalmente caliente, vibrando gracias a lo que sentía, en mi vientre bajo sentía un vértigo y a la vez sentía miles de bichitos recorrerme, iniciaban en mi vientre y terminaban en la punta de mi miembro.

Podía sentir que mi orgasmo estaba cerca, estaba a punto y mas cuando sentí su mano agarrar directamente mi miembro e iniciar a masturbarlo.

- ¡Ah! ¡Si! ¡Si! -Ya no podía controlar mis gemidos, no me importaba quien escuchara, quien estuviera fuera de la habitación, o al lado, arriba o abajo, nada me importaba solo pensaba en Gael y sus manos acariciando mis pezones mientras al mismo tiempo estimulaba mi miembro y al tiempo sentía el delicioso roce de su carnosidad con mi entrada, sin poder evitarlo aprieto mi trasero para sentirlo más, si es que era posible, el en respuesta gimió alto mi nombre y lo encontré demasiado excitante mi garganta se secó en ese momento y ya solo veía blanco.

No se quien llego al orgasmo primero, solo sabía que me había sentido como en el cielo, y si estuve en el cielo arrastre a Gael conmigo, o el me arrastro a mí, no estaba seguro. Estuve por unos momentos recuperando la compostura y la capacidad de unir pensamientos coherentemente. Nuestra respiración era irregular, podía sentir a Gael resoplar en mi espalda mientras sus labios aun me besaban suavemente los hombros.

Por un momento sentí que mis piernas fallaban, pero me sostuve fuertemente de la llave de la ducha, parecía que nos estaba sosteniendo a ambos ya que sentía su peso en mi espalda, su miembro semi erecto aun ejerciendo una deliciosa presión en mi entrada.

El primero en moverse fue Gael, sentí sus dedos limpiando todos los rastros de su semen de mis nalgas, la sensación fue tan excitante y no me resistí a darme vuelta para besarlo, aun mis terminaciones nerviosas estaban sensibles por el arrasador orgasmo, también tenía claro que podríamos seguir, todo el día si quisiéramos y teniendo en cuenta que solo fue un juego previo, me emocionaba llegar al final.

-Te extrañe, de una forma que no puedes imaginarte Bennett, no te volveré a dejar ir, jamás. -dice juntando nuestras frentes y con los ojos cerrados.

-Si me lo puedo imaginar, me lo puedo imaginar por que yo te extrañe aun sin saber que te extrañaba Gael. -dije sincero, era lo que sentía. Ese vacío inexplicable en el pecho, no era tan inexplicable al final.

Nos abrazamos profundamente, como si pudiéramos recuperar en ese abrazo todos los años que perdimos.

Nos vestimos y organizamos rápidamente luego de ese reparador baño que tomamos juntos.

Bajamos tomados de la mano a la sala y ya no había rastros de Liam por ningún lado. Fuimos a una de las salas comunes donde Gael afirmo que estarían mis padres y así fue.

Me acerque rápidamente al hombre que podía reconocer como mi padre y le abrace, con todo el cariño que podía transmitirle. El me levanto un poco del suelo y me abrazo mas fuerte, amaba a mis padres, podía sentir todo el amor que les tenía.

Mi madre se aclaro la garganta y ambos reímos acogiéndola a ella también en el abrazo.

Nos separamos y ambos me miraron con una gran sonrisa. Mi madre miro a Gael y luego a mi y arrugo un poco la nariz, no entendí el por qué.

-Oh, Gael pensé que ibas a llevar a Liam a la escuela. -dijo mi madre con una sonrisa pícara. Yo asentí e iba a hablar, pero ella me interrumpió. -Pero como no bajaste, Adonis se ofreció a hacerlo, salieron hace unos treinta minutos. -comunico ella encogiéndose de hombros, yo resople inconforme casi arrepintiéndome de habernos quedado juntos, casi.

-Me alegra verte tan repuesto Ben. -me habla mi padre mientras se sienta. -Nunca desde tu accidente habías recuperado tu memoria tan rápido.

-Bueno, aun no he recuperado mi memoria totalmente. -dice suspirando con algo de tristeza.

-Lo importante es que estas aquí, con nosotros, hablando como antes, al lado de tu esposo e hijo, feliz y radiante. -dice mi madre guiñándome un ojo.

En ese momento ingreso al salón Celia y otra mujer, con unas bandejas de comida y otras con copas metálicas, como la que me había ofrecido Celia ayer. La sensación se sed y ardor en la garganta volvió y no pude evitar acabarme el contenido de la copa sin preguntar nada, de nuevo.

Sentí una rara combinación entre estar saciado y estar sediento.

- ¿Qué es? -pregunte mirando a mis padres y a Gael, ellos se miraron formulando en sus mentes una mentira. -Quiero la verdad. -sentencie y mi padre suspiro.

-Es vino. -es casero, por eso su sabor un poco extraño. -explica y yo asiento comprendiendo.

Nos enfrascamos luego de eso, nos enfrascamos en una conversación. Sobre las cosas que habían pasado mientras no estaba, mi madre volvió a mencionar el estado perfecto de la casa y mi padre a hablaba del negocio de agricultura que aparentemente teníamos.

Pero la sensación de necesitar mas de ese vino, no me dejaba tranquilo. ¿Soy alcohólico? Me pregunté seriamente, tal vez esa es la razón del accidente que tuve.

Mientras mi madre mantenía entretenidos a mi papa y a Gael me dirigí a la cocina, le pediría a Celia mas de ese extraño vino.

Camine por los pasillos que recordaba me llevaban a donde quería, pero falle en el intento, solo me encontraba con puertas cerradas con seguro, pero ninguna cocina.

- ¡Disculpa! -alce la voz cuando vi pasar a una de las mucamas por un pasillo, me acerqué rápidamente a ella mientras me hacia esa característica reverencia.

- ¿Se le ofrece algo señor? -me pregunto amable y yo le pedí que me llevara a la cocina, ella rápidamente lo hizo y al llegar pude oler claramente el olor al vino. Mi corazón se acelero y agilice el paso.

Cuando llegue, no estaba preparado para lo que vi, me quede estático en la puerta sin saber que hacer.

- ¡Bennett! – grito mi madre, pero ya era tarde, no podía evitar que viera lo que en realidad pasaba. -No te alteres, podemos explicarlo. -me aseguro angustiada. Pero ya no le creí.

Mi vista se centro en las personas dentro de la cocina, vi los recipientes donde depositaban el líquido vital de personas. Personas que por alguna razón estaban como inconscientes, dudaba que fueran conscientes de que estábamos aquí, observándolas. Tenían unas intravenosas conectadas que llegaban a los recipientes. 

Todo mi cuerpo tembló en ese momento y voltee a mirar a mis padres con lagrimas en los ojos, Gael que veía todo en silencio evito mi mirada.

-Lo siento, por favor perdónenme, él tenía los ojos rojos... yo, yo pensé que a esta cocina se refería. -expreso preocupada la chica que me condujo hasta aquí.

Y solo en ese momento algo hizo click en mi cerebro, como una ráfaga llegaron a mi muchos recuerdos y en muchos de ellos me veía a mi mismo con colmillos, como los que podía sentir en mi boca en este momento. Recordé la medicina, mis ojos rojos en las mañanas, la sensación de sed indescriptible y las copas de lo que ahora sabia que era sangre.

Mi cabeza empieza a doler fuertemente y caigo de rodillas. Casi podía sentir el dolor del golpe en ellas, pero dicho dolor nunca llego, lo que me recibieron fueron unos cálidos brazos, los mismos a los que estuve aferrado esta mañana pero que ahora me causaban terror. 

Con ansiedad intente separarme de él, el dolor de cabeza incremento, así como el dolor emocional.

Mire a Gael a los ojos cuando pude abrir los míos y el me veía con preocupación, sentía como mi nariz sangraba y no podía mantenerme con los ojos abiertos como si una fuerza mas grande que yo me quisiera arrastrar hacia la oscuridad.

Intente decir algo más pero no podía formular ninguna oración, el dolor de cabeza era insoportable.

-Somos…-inicie, pero el sonido de mi voz se escuchaba lejano y a la vez se escuchaba tan fuerte que mis oídos dolieron. -Somos vampiros. -Afirmé con dificultad, pero no pude escuchar nada más.

De un momento a otro todo había pasado a ser negro, la oscuridad me envolvió y solo mi mente quedo activa, no sabia si era un sueño, no sabia si era una visión. Solo no podía salir, una vez más mi conciencia estaba navegando en la nada.