Podía verme a mi mismo solo en el bosque, podía ver mis manos sucias y goteando, por el olor, sabia que era sangre.
Mis piernas dolían como si llevara mucho tiempo corriendo, me sentía cansado, como si hubiera levantado kilos de piedra. No podía más, pero seguía corriendo, sentía la fatiga en cada uno de mis músculos, el ardor en mis pantorrillas parecía tan real que por momentos se me olvidaba que era un sueño.
Por mas que intentaba despertar el mismo vértigo que sentía no me dejaba. Abrir los ojos se volvía aterrador al pensar que esto, no era producto de mi imaginación, que era real.
En el sueño no podía ver mucho, mi visión estaba limitada, la espesura del bosque no me permitía mirar hacia donde corría y mis ojos estaban empañados por la humedad del bosque.
Al mirar hacia arriba podía ver solo a la Luna, el cielo estaba despejado, como en silencio, todo estaba en un silencio desgarrador, de no ser por mis pasos acelerados sentiría que el bosque estaba tragándome.
Irremediablemente caí de rodillas cuando una ráfaga de viento me tomo desprevenido, luego solo pude ver una luz brillando en el cielo.
No podía ver nada más allá, no podía levantarme, las ramas en el suelo empezaron a incrustarse en mi piel. Se supone que esto no debería pasarme a mi, no debería estar sintiendo este dolor. Pero aquí estoy, retorciéndome en el suelo, con miedo a morir, con miedo a desvanecerme para siempre.
No podía, no podía morir, no quería.
-Basta de luchar.
Esa voz, esa voz tan conocida para mí, pero a la vez tan desconocida, me desconcertó. ¿Qué hacia aquí? ¿Venia por mí?
Me quedé quieto, lo mas que pude mientras rogaba por mi vida, mientras les pedía a los cielos que no me separaran de él.
La agonía que sentía no se podía comparar con otra cosa que hubiera sentido en mi vida, por primera vez en mi vida sentía lo que era el terror.
-Por que te alejas de mi, yo nunca te haría daño mi amor...La repulsión que me causo esa palabra en su boca fue lo que necesitaba para despertar.
Como cada que tenia ese horrible sueño abrir los ojos fue un alivio para mí, no recordaba el día en que no tuviera este extraño sueño, siempre la misma voz en mi cabeza.
Aunque pasaran horas nunca podía recuperarme totalmente de lo que viví en el sueño, todo parecía tan real, lo podía sentir como si me estuviera pasando en este momento.
Parecía mas un recuerdo tormentoso que un sueño, por eso siempre he creído en la reencarnación, tal vez ese sueño realmente es un recuerdo de una vida pasada.