Ayelen y Eskip estaban en la cocina, buscando algo que comer. Habían
estado todo el día sin probar algo y sus estómagos comenzaban a protestar. Al parecer, podían hacer Hot Keis, pero no había harina. Eskip revisó la despensa por enésima vez, mientras Ayelen miraba por la ventana de la sala, perdida en pensamientos.
El chico revisó la despensa por enésima vez, su mirada desesperada y frustrada. Se apoyó en la encimera, sus hombros caídos.se sintió estresado pero le surgió una idea no muy buena
Eskip= ¿Ayelen, quieres ir a la tienda conmigo?
Ayelen se volvió hacia él, su rostro pálido y preocupado. Sus ojos se encontraron con los de Eskip.
Ayelen= ¿Qué tienda?
Eskip dudó antes de responder, su voz baja.
Eskip= La tienda de La Sombra. Es la única que está abierta a esta hora.
Ayelen se estremeció al escuchar el nombre, su rostro aún más pálido. Se alejó un paso, su voz temblorosa.
Ayelen= No es buena idea, Eskip. Me contaste que no es seguro.
Eskip desvió la mirada, su rostro ruborizado. Sabía que estaba pidiendo demasiado.
Eskip= Lo sé, pero no tenemos otra opción. Estamos hambrientos y necesitamos harina.
Ayelen se mordió el labio, su mente llena de dudas. Se acercó a la ventana, mirando hacia la oscuridad.
Ayelen= ¿Y si nos pasa algo?
Eskip se acercó a ella, su mirada intensa. Tomó su mano, su contacto cálido y reconfortante.
Eskip= Estaré contigo. No te preocupes.
Ayelen asintió lentamente, aún con dudas. Suspiró y se volvió hacia la puerta.
Ayelen= Está bien, vamos.
Ella ya estaba a punto de abrir la puerta, pero Eskip la detuvo, su mano en su brazo.
Eskip= ¿Crees que nos iremos a ese lugar peligroso sin estar encubiertos?
El chico sacó unos suéteres grandes que cubrirían su forma, ocultando su identidad.
Ayelen se puso el suéter, sintiendo una mezcla de miedo y determinación,se ajustó el suéter, sintiendo la tela gruesa y cálida. Miró a Eskip, que se estaba poniendo el suyo.
Eskip= ¿Lista?
Ayelen asintió, su corazón latiendo más rápido
Eskip abrió la puerta y el ruido resonó por toda la casa, haciendo que Ayelen se sobresaltara. La luz del día la cegó por un momento, y Eskip tuvo que tomar su mano para sacarla de la casa
Una vez fuera, Ayelen parpadeó para adaptarse a la luz. El sol brillaba en el cielo, iluminando las calles vacías del barrio. Las aceras estaban desiertas, y los árboles parecían ser los únicos testigos de su caminata. El aire estaba lleno del olor a basura y abandono, Ayelen pudo sentir el gusto amargo en su boca.
Las calles estrechas y sinuosas se extendían ante ellos, con casas de fachadas descuidadas y ventanas cerradas. El silencio era opresivo, solo roto por el sonido de sus pasos y el susurro del viento entre los árboles.
Ayelen se sintió un poco más segura con la luz del día, pero aún tenía dudas. ¿Qué dirán Miguel y Mr. Happy ante esto?
se preguntó, mirando a su alrededor. La ausencia de vida en las calles vacías y frías, a pesar de la luz del sol, la hizo estremecer.
Ayelen= ¿Estás seguro de que es una buena idea?
Eskip sonrió, su mirada confiada.
Eskip= Confía en mí, Ayelen. Estaré contigo.
Caminaron hacia la tienda de La Sombra, pasando por delante de un parque abandonado, donde las hamacas colgaban inertes y los bancos estaban cubiertos de grafiti.llena de gente borracha haciendo actos ilegales
La tienda de La Sombra se veía cada vez más cerca, su letrero desgastado por el tiempo. La tienda parecía abandonada, pero Eskip sabía que estaba abierta
Caminaron en silencio, sus pasos resonando en las calles vacías. La tienda de La Sombra parecía crecer en tamaño a medida que se acercaban. Ayelen sintió un nudo en el estómago, su corazón latiendo más rápido.
De repente, un grupo de personas salió de la tienda, sus rostros oscuros y amenazantes. Ayelen se detuvo, su mano apretando la de Eskip.
Ayelen= ¿Eskip, qué hacemos?
Eskip se detuvo también, su mirada fija en ellos
El grupo de personas se fue corriendo en lado contrario al parecer acaban de comprar armas ilegales para que?
Eso no lo sabremos
Los dos chicos solo se quedaron fijos ahí, paralizados por el miedo. Eskip se sorprendió ante esto, siempre que venían en grupo, atacaban a los débiles. Tuvo un escalofrío al pensar en lo que podría haber pasado.
Ayelen aún apretaba su mano, su rostro pálido.
Eskip= ¿Ayelen, está bien?
Ayelen asintió lentamente, aún conmocionada.
Eskip= Fue un milagro que no,nos atacaran. Vamos, sigamos adelante.
Ellos seguían caminando y finalmente entraron en la tienda. La fachada desgastada por el tiempo parecía extenderse hacia el interior. Ayelen miró alrededor, analizando cada detalle del lugar. Las estanterías polvorientas, las sombras que se proyectaban en las paredes, y el olor a moho que impregnaba el ambiente.
Un escalofrío recorrió su espalda. No le daba buena espina. Sentía que algo malo iba a suceder.
Eskip, sin embargo, parecía tranquilo, como si no notara la tensión en el aire.
Ayelen y Eskip se acercaron al mostrador, listos para comprar la harina.
Dueño= ¿Qué queréis?
Eskip= Harina, por favor.
El dueño los miró de arriba a abajo, su expresión desagradable.
Dueño= Tú, con esa piel tan... blanca. ¿De dónde vienes? ¿De algún lugar donde no hay sol?
Ayelen se puso tensa, su frente arrugada por la preocupación. Miró a Eskip con inquietud, pero no dijo nada.
Dueño= (continuando) No sabemos qué hacer con gente como tú por aquí. No encajas.
Eskip se sorprendió, su rostro ruborizado.
Eskip= ¿Por qué? ¿Qué he hecho?
El dueño sonrió sarcásticamente.
Dueño= Nada, nada. Solo que no eres de aquí. No eres uno de los nuestros.
Ayelen apretó los puños, su respiración agitada. Su mirada se clavó en el dueño, pero permaneció en silencio, observando la escena con creciente ansiedad.
El dueño, con una sonrisa cínica, tomó la harina y la pesó en la balanza.
Dueño= Bien, te cobraré... 150 monedas.
Eskip frunció el ceño y apretó los puños.
Eskip= ¿150 monedas? ¡Pero ayer compré harina en otro lugar por 50!
El dueño se encogió de hombros y cruzó los brazos.
Dueño= No es mi problema. Aquí cuesta 150.
Ayelen apretó la mandíbula y sus ojos se estrecharon.
Ayelen= ¡Eso no es justo! Estás cobrando más porque no quieres venderle a Eskip.
El dueño la miró con desdén, levantando una ceja.
Dueño= Cállate, niña. No te metas en esto.
Eskip sacó las monedas y pagó, su rostro tenso y los labios apretados.
Eskip guardó el saco de harina y salió de la tienda con Ayelen, sin decir una palabra.
El dueño sonrió y guardó las monedas, asintiendo con la cabeza.
Eskip apretó la mano de Ayelen con fuerza, su mirada fija en el suelo,ayelen se sobre salto que eskip tomará su mano con más fuerza
Eskip= No puedo creer que los de este lugar me traten asi
Su respiración agitada hizo que su pecho subiera y bajara rápidamente.
Ayelen= Eskip, no dejes que te afecte
Eskip= No puedo evitarlo. Me siento como si no fuera digno...y eso es lo que soy
Su mirada seguía baja,su voz temblando de la frustración
Su mano apretó aún más la de Ayelen, como buscando una forma para dejar de estar frustrado
Ayelen= Eskip, estás apretando muy fuerte.
Eskip se dio cuenta de su error y aflojó su agarre, soltando la mano de Ayelen.
Ayelen retiró su mano y la miró, frunciendo el ceño. Su piel estaba enrojecida y marcada por la fuerza del agarre de Eskip,se frotó suavemente la mano, intentando aliviar el dolor.
Eskip se dio cuenta de lo que había hecho y su rostro se llenó de arrepentimiento
Eskip= Lo siento, Ayelen. No quise lastimarte.
Ayelen=No es nada, Eskip. Estoy bien.
Pero Ayelen siguió frotándose la mano, intentando calmar el dolor y el ardor mientras ella hacia esto sus pasos eran más lentos quedando detrás de eskip en un momento ella se detuvo siguiendo frotándose la mano más tranquila sin estar caminando pero esto fue un grave problema
Eskip= ayelen que haces tan atrás?
La chica cruzó su mirada con eskip asta la esquina
Ayelen=estoy calmando el ardor de mi mano porque?
Eskip= no tienes que estar detrás sabes que este lugar es peligroso?
El chico se devolvió hacia ayelen pero a la hora que hiba a tomar su otra mano...
Justo entonces, dos hombres surgieron de la oscuridad y agarraron a Ayelen.
Eskip= AYELEN!
Su grito resonó en la calle, mientras el sol se escondía detrás de los edificios. Eskip, sin pensarlo un momento, agarró una escoba que estaba apoyada en la pared de una tienda cercana y corrió detrás de los hombres que habían tomado a Ayelen.
Eskip=¡Suéltala!-gritó, mientras corría por las calles empedradas.
Los hombres se giraron, riendo, pero Eskip no se detuvo. Siguió corriendo, la escoba en su mano
Finalmente, los hombres llegaron a una casa abandonada en las afueras del pueblo. Empujaron a Ayelen dentro y Eskip los siguió, la escoba lista para golpear.
Dentro de la casa, los hombres, que intentaban dormir a ayelen
Los hombres sacaron un paño empapado de un líquido transparente y lo pusieron sobre la nariz y la boca de Ayelen. Ella sintió un olor dulzón y nauseabundo, y pronto se comenzó a sentir mareada y somnolienta.
Ayelen=¿Qué... qué es esto?-balbuceó Ayelen, intentando luchar contra el sueño.
Tratandaba de patalear,safarse de ellos pero ella se sentía muy debil
Eskip, que luchaba contra los hombres, vio la escena horrorizado.
Eskip=¡No! ¡No la duerman!-gritó, pero era demasiado tarde.
Ayelen se desplomó, media dormida. Los hombres la levantaron y la tiraron al suelo de la casa
Eskip=¡Ayelen! ¡Despierta!-gritó, pero no hubo respuesta
Eskip se abalanzó sobre ellos, golpeando con la escoba.
Eskip=¡Dejala en paz!
Los hombres se giraron, sorprendidos, y Eskip aprovechó para golpear de nuevo. Pero eran más fuertes...
Eskip se abalanzó sobre los hombres, su rostro contorsionado por la rabia y la desesperación. Sus puños golpeaban sin cesar, pero los hombres era mas fuertes.
Ayelen, inconsciente pero no completamente dormida, veía la escena desde la oscuridad de la sala. Su mente estaba nublada, pero podía sentir la tensión y la violencia que rodeaba a Eskip.
Eskip golpeó a uno de los hombres con un puñetazo en la mandíbula, pero otro lo agarró por detrás y lo inmovilizó. Eskip se debatió, intentando liberarse.
Ayelen intentó moverse, pero su cuerpo parecía pesado y sin vida. Quería ayudar a Eskip, pero no podía.
Uno de los hombres le propinó un golpe en el estómago a Eskip, que se dobló en dos. Otro lo golpeó en la cabeza, y Eskip cayó al suelo.
Ayelen gritó en silencio, su voz atrapada en su garganta. Quería pedir ayuda, pero no podía.
Los hombres se acercaron a Eskip, listos para darle el golpe de gracia. Ayelen cerró los ojos, incapaz de soportar la visión.
Pero entonces, se escuchó un ruido en la puerta...
Un chico de pelo largo y oscuro irrumpió en la habitación, sus ojos brillando con una intensidad que parecía iluminar la oscuridad. Su presencia fue como un rayo de esperanza en medio de la violencia.
Con movimientos rápidos y precisos, el chico se lanzó sobre los hombres que estaban a punto de acabar con Eskip. Su puño golpeó la mandíbula de uno de ellos, mientras que su pie conectaba con el estómago de otro.
Eskip, débil y dolorido, se arrastró hacia Ayelen, que aún yacía en el suelo, inconsciente. Se acurrucó a su lado, protegiéndola con su cuerpo.
Los hombres se tambaleaban, sorprendidos por la repentina intervención del chico. El chico continuó luchando, su técnica y fuerza impresionantes. En cuestión de minutos, los hombres yacían en el suelo, derrotados.
El chico se detuvo frente a Eskip y Ayelen, su respiración lenta y controlada. Sus ojos, dos estrellas, brillaban con intensidad, iluminando la habitación. Su mirada se posó en Eskip, luego en Ayelen, y permaneció allí, como si estuviera absorbiendo cada detalle.
De repente, el chico habló, su voz baja y sarcástica.
?=Son unos tontos, dijo, mirando a Eskip con desdén.
Eskip se quedó extrañado ante tal comentario, pero no se volteó para observar al chico. Estaba demasiado entretenido cubriendo el cuerpo de Ayelen para protegerla de cualquier daño.
El chico se puso de rodillas y se quedó observándolos, su mirada intensa y crítica.
?=¿Qué hacías, Eskip, dejando que te golpearan así?- preguntó, su voz llena de burla. "¿No puedes defender a la que supuestamente amas?"
Eskip se sintió avergonzado y enfadado ante las palabras del chico, pero no respondió. Estaba demasiado débil y dolorido para discutir.
?=Y tú, Ayelen ¿por qué te dejaste atrapar? ¿No tienes cerebro?
Ayelen, aún inconsciente, no pudo responder
Eskip=¿Qué sabes tú de mí?,- su voz llena de ira. ¿Por qué me hablas así?
El chico sonrió, su mirada brillante y sarcástica.
?=Te conozco eskip
Eskip se enfureció aún más. ¿Quién era este chico para hablarle de esa manera?
se esforzó por levantarse, su cuerpo dolorido y débil. Se apoyó en la pared para mantener el equilibrio y miró al chico que había hablado.su rostro se congeló de sorpresa
Eskip=MR.HAPPY!?
Mr. Happy sonrió, su mirada llena de desprecio y desdén
Mr.happy=Sí, soy yo pero no creas que te salve porque me caes bien inutil
Eskip se sintió un escalofrío recorrer su espalda. Mr. Happy lo odiaba, eso era evidente. Pero ¿por qué lo había salvado?
Mr.happy= te salve y vine asta aquí porque Miguel esta muy preocupado por ustedes,¡como se les ocurre venir asta aquí Y más traerte a ayelen!...eres un idiota eskip
Eskip se sentía muy adolorido el no quería pelear sabía que el tenía razón
Mr.happy frunció el ceño no dijo nada más, cargo a los dos chicos sacándolos de esa casa de aspecto tan sombrío