Victor, con sus últimas fuerzas, lanzó un golpe directo hacia Xar'khal. Fue un puñetazo cargado de ira, potenciando todo lo que le quedaba de la técnica Ira Dansandankai. El aire tembló a su alrededor por la intensidad del impacto que buscaba conectar con el rostro del dios.
Pero Xar'khal, con una velocidad abrumadora, esquivó el golpe con un simple movimiento hacia un lado, una sonrisa cruel en su rostro. Antes de que Victor pudiera reaccionar, Xar'khal contrarrestó con un golpe devastador hacia el abdomen del héroe.
El impacto fue como un trueno. Victor sintió cómo sus costillas crujían bajo la fuerza del golpe, el aire escapando de sus pulmones en un jadeo ahogado. Fue lanzado hacia atrás, su cuerpo volando sin control a través de los escombros de edificios y estructuras que ya habían sido destruidas por la batalla.
Cayó al suelo con un estruendo, levantando una nube de polvo y escombros. Apenas pudo moverse, su cuerpo temblando mientras trataba de levantarse una vez más. La sangre goteaba por el costado de su boca, sus manos temblaban al apoyarse en el suelo.
Xar'khal se acercó lentamente, cada paso resonando como un presagio de muerte. "¿Esto es todo, Victor?" preguntó con una voz llena de burla. "¿Es así como termina tu legendaria resistencia?"
Victor luchó por ponerse en pie, su visión comenzando a oscurecerse por el dolor y el cansancio extremo. Pero, incluso en ese estado, el fuego en sus ojos no se apagaba. Sabía que si caía aquí, todo lo que había jurado proteger sería destruido.
Con un último grito de desafío, Victor intentó levantarse una vez más, desafiando lo imposible, aunque sabía que estaba enfrentando el abismo. La sombra de Xar'khal lo cubría completamente, como un juicio final inminente.
Xar'khal, con una expresión de pura maldad, conjuró una esfera de energía entre sus manos, haciéndola girar a una velocidad increíble. La bola brillaba con un fulgor aterrador, emitiendo destellos rojos y oscuros, como si contuviera el mismo odio del dios. La energía se retorcía en sus palmas, casi como si estuviera viva, lista para desatarse.
Victor, viendo la amenaza inminente, liberó todo su poder restante. Su cuerpo comenzó a brillar con el fuego morado característico de la Ira Dansandankai, sus músculos se hincharon una vez más mientras su aura se intensificaba. Con un grito que resonó como un trueno, salió disparado hacia Xar'khal en un intento desesperado por detener el ataque.
Pero Xar'khal, con una sonrisa sádica, hizo un movimiento rápido y preciso. La esfera de energía se estiró de repente, convirtiéndose en un lazo de energía afilado que se extendió hacia Victor. Antes de que pudiera reaccionar, el lazo se envolvió alrededor de su brazo con una velocidad abrumadora.
En un instante desgarrador, el lazo se contrajo con una fuerza inimaginable, y en un destello de luz, el brazo de Victor fue cortado limpiamente. El grito de dolor de Victor fue ensordecedor mientras la sangre brotaba, salpicando el aire como una lluvia escarlata. Su cuerpo, empujado por la inercia, continuó volando hacia Xar'khal, pero ahora con un brazo menos.
Victor, en un acto de pura voluntad, usó su otro brazo para lanzar un puñetazo desesperado con lo que le quedaba de fuerza. Pero Xar'khal, anticipando su movimiento, lo detuvo con facilidad, atrapando el puño de Victor en su mano como si no fuera más que un simple insecto.
"Te advertí que esto no terminaría bien para ti, Victor," susurró Xar'khal, apretando con fuerza el puño atrapado, mientras sus ojos brillaban con un brillo despiadado.
Victor, jadeando por el dolor y la pérdida de sangre, apenas podía mantenerse consciente. Pero incluso en ese estado, el fuego en sus ojos no se apagaba. Sabía que, aunque estuviera en su límite, debía seguir luchando por aquellos a quienes amaba.
Xar'khal entonces lo levantó en el aire, aún sosteniendo su puño, y con una fuerza descomunal, lo lanzó hacia el suelo con un estruendo, creando un cráter profundo a su alrededor, dejando a Victor prácticamente inmóvil en el centro de la destrucción.
Las risas de Xar'khal resonaron por todo el campo de batalla, saboreando su aparente victoria, mientras los cielos mismos parecían oscurecerse con su presencia.
Xar'khal, aún celebrando su victoria, no se dio cuenta de la inquietante transformación que ocurría en Victor. Tras cinco minutos de aparente inmovilidad en el cráter, Victor comenzó a levantarse lentamente. Algo en él había cambiado; su mirada, que antes reflejaba dolor y determinación, ahora era fría, vacía, como si hubiera perdido el alma.
Desde el interior del cuerpo compartido, Evil Victor observó con horror y fascinación a través de los ojos de Victor. Algo más había tomado el control, algo que incluso él, en su naturaleza oscura, no lograba comprender del todo. El cuerpo de Victor ya no mostraba señales de humanidad, sus movimientos eran erráticos y sin vida, como si fuera un muñeco animado por una fuerza misteriosa.
Xar'khal, aún con su aire de superioridad, se acercó, burlándose:
"¿Ya te has rendido, Victor? Parece que finalmente he roto tu espíritu."
Sin previo aviso, el cuerpo de Victor se movió con una velocidad brutal, cerrando la distancia en un abrir y cerrar de ojos. Antes de que Xar'khal pudiera reaccionar, Victor se lanzó hacia él como una bestia salvaje, mordiendo su barbilla con una fuerza monstruosa. La sorpresa y el dolor fueron evidentes en el rostro de Xar'khal, quien gritó de ira al sentir los colmillos de Victor hundirse profundamente en su carne divina.
La mordida no era solo un acto de desesperación; Victor parecía estar drenando algo de Xar'khal, como si estuviera absorbiendo la energía vital del dios. La mirada vacía de Victor se volvió aún más oscura, casi como si estuviera devorando el alma misma de su enemigo.
Evil Victor, aún atrapado en la conciencia compartida, sintió una oleada de energía oscura recorriendo su ser. Este nuevo poder era diferente a cualquier cosa que hubiera experimentado antes; era un poder salvaje, primitivo, y casi incontrolable. "¿Qué demonios está ocurriendo?" pensó Evil Victor, sintiendo un temor que nunca había experimentado.
Xar'khal, con un rugido de furia, intentó liberar su barbilla de las mandíbulas de Victor, pero era como si una fuerza superior lo mantuviera atrapado. Con un esfuerzo descomunal, logró golpear a Victor con toda su fuerza, lanzándolo hacia atrás.
Pero para su sorpresa, Victor aterrizó de pie, sus ojos vacíos ahora brillando con un extraño resplandor oscuro. Una sonrisa torcida apareció en su rostro, pero era una sonrisa vacía, carente de cualquier rastro de humanidad.
"¿Qué eres tú ahora, Victor?" murmuró Xar'khal, retrocediendo por primera vez con un atisbo de temor en su mirada. Victor, sin decir una palabra, se lanzó de nuevo al ataque, esta vez con una ferocidad y brutalidad nunca antes vistas.
El combate que siguió fue una danza violenta, con Victor utilizando ataques caóticos, desprovistos de técnica pero imbuidos de un poder desconocido. Xar'khal, aunque herido y aturdido, no podía evitar sentirse perturbado por este nuevo oponente que parecía haberse liberado de los límites de su propia humanidad.
Evil Victor, al darse cuenta de que algo profundamente anormal había ocurrido con Victor, decidió que era el momento de tomar medidas drásticas. Desde dentro del cuerpo compartido, sintió la energía oscura y descontrolada que fluía a través de Victor como un río de caos. Esa nueva esencia no era solo peligrosa; era absolutamente impredecible. No podía permitirse seguir siendo parte de un recipiente tan inestable.
Con un esfuerzo monumental, Evil Victor comenzó a separarse del cuerpo de Victor. Utilizó una técnica secreta que había aprendido en su viaje por las dimensiones oscuras: la creación de un clon perfecto. Con un destello de energía oscura y rojiza, Evil Victor creó un cuerpo nuevo, una réplica exacta del físico de Victor antes de su transformación.
Mientras Victor seguía en su estado de locura salvaje, luchando frenéticamente contra Xar'khal, Evil Victor completó su escape, deslizándose fuera del cuerpo original y transfiriendo su conciencia al nuevo clon. Un aura de sombras envolvió su nueva forma, y en cuestión de segundos, Evil Victor se materializó completamente independiente, ahora con un cuerpo propio.
Victor, o lo que quedaba de él, ni siquiera pareció notar la separación. Su foco estaba completamente en destruir a Xar'khal, quien comenzaba a darse cuenta de que la batalla había cambiado radicalmente de dirección. Con Evil Victor fuera del cuerpo, el verdadero Victor parecía haberse convertido en un ser puramente instintivo, una entidad desprovista de cualquier humanidad que alguna vez tuvo.
Evil Victor, ahora en su nuevo cuerpo, observó la situación con una sonrisa torcida. "Perfecto," murmuró para sí mismo. "Ahora no tengo que preocuparme por su debilidad."
Mientras Victor desataba un aluvión de ataques brutales, Evil Victor aprovechó la distracción para recuperar energías y planear su siguiente movimiento. Xar'khal, ahora enfrentando dos adversarios formidables, uno imbuido de un poder oscuro y primitivo, y el otro astuto y calculador, supo que la situación se volvía cada vez más desesperada.
Con su recién adquirido cuerpo, Evil Victor sonrió mientras sus ojos brillaban con malicia. "Vamos, Xar'khal," dijo, su voz un susurro peligroso. "Aún no has visto lo peor de nosotros." Y con eso, se lanzó de nuevo al combate, esta vez como una fuerza independiente, desatando sus propias técnicas devastadoras junto a la furia desatada de Victor.
El campo de batalla se convirtió en un torbellino de caos y destrucción, con ambos Victor luchando de maneras completamente distintas pero igualmente letales, forzando a Xar'khal a usar cada una de sus habilidades para intentar sobrevivir a esta nueva y aterradora amenaza dual.
El giro que estaba tomando la batalla comenzó a tornarse aún más siniestro cuando Victor, tras su extraña transformación, reveló su nuevo estado. Evil Victor, desde su posición estratégica, observó horrorizado cómo Victor parecía haberse convertido en algo que iba más allá de la comprensión. Los ojos de Victor estaban vacíos, sin rastro de emoción ni humanidad, y su cuerpo emitía un aura pútrida y oscura.
Xar'khal también se detuvo un momento, percatándose de que su oponente ya no era el mismo. Victor había adquirido un poder monstruoso, pero había perdido algo crucial en el proceso: su vitalidad. Parecía que el último ataque de Xar'khal, mezclado con la ira dansandankai y el poder extremo que Victor había liberado, había activado un virus latente en su cuerpo. Este virus, antiguo y peligroso, transformaba a los seres vivos en abominaciones desprovistas de alma, dejándolos en un estado entre la vida y la muerte.
Victor se había convertido en un zombie, pero no uno común. Este nuevo Victor Zombie era un ser de pura destrucción, con una fuerza incrementada y un cuerpo que no sentía dolor ni agotamiento. Cada movimiento suyo ahora era impulsado únicamente por un deseo insaciable de atacar y destruir.
Evil Victor, al observar esto, sintió un escalofrío recorrer su columna. "Esto no es bueno", murmuró para sí mismo. Sabía que si Victor Zombie no podía distinguir entre aliados y enemigos, la situación se volvería caótica rápidamente. Pero lo que era aún más preocupante era la posibilidad de que este virus pudiera ser contagioso, y si eso era cierto, podrían estar enfrentando un apocalipsis en cualquier mundo al que se dirigieran.
Xar'khal, sin embargo, no mostró temor. Viendo una oportunidad en la nueva forma de Victor, sonrió con malicia. "Así que has perdido tu humanidad, ¿eh? Perfecto, no habrá más resistencia inútil." Con un movimiento rápido, Xar'khal se preparó para absorber la energía oscura que emanaba de Victor Zombie, esperando hacerse aún más fuerte con este nuevo poder.
Pero antes de que pudiera completar su técnica, Victor Zombie lanzó un rugido antinatural, su boca se abrió en un ángulo grotesco, y de su garganta salió una ráfaga de energía corrupta que golpeó a Xar'khal de lleno, quemando su piel y forzándolo a retroceder.
Aprovechando la distracción, Evil Victor, en su nuevo cuerpo, se abalanzó hacia Xar'khal, lanzando un Blaster Solar Oscuro directo a la cabeza del dios. "No te distraigas, monstruo", gritó con una mezcla de odio y desesperación. "Tienes que enfrentarte a los dos ahora."
El campo de batalla se convirtió en un caos total. Victor Zombie, liberado de cualquier límite moral, atacaba sin cesar, sus golpes eran devastadores, rompiendo la tierra y haciendo temblar el mismísimo espacio a su alrededor. Evil Victor, utilizando tácticas más refinadas, complementaba los ataques con técnicas precisas, buscando debilitar a Xar'khal antes de que lograra adaptarse a esta nueva amenaza.
La lucha se había convertido en una carrera contra el tiempo. Si no podían detener a Xar'khal antes de que encontrara una forma de controlar el virus de Victor Zombie, o peor aún, si el virus se propagaba, entonces no solo ellos, sino todos los universos conocidos estarían en peligro.
La situación se volvía cada vez más desesperada y surrealista. Victor Zombie, liberado de cualquier rastro de humanidad o moralidad, ahora operaba bajo un nuevo instinto: devorar y absorber todo lo que estuviera a su alcance. La corrupción que lo había transformado en una criatura entre la vida y la muerte parecía haber despertado un nuevo poder en su interior, algo que iba más allá de la simple fuerza bruta.
Xar'khal, el dios conceptual, que había sido una amenaza omnipotente hasta ese momento, se encontró enfrentando algo que no podía comprender ni prever. Victor Zombie comenzó a caminar hacia él con una mirada vacía y aterradora, mientras un aura oscura y corrosiva lo envolvía. Con cada paso que daba, el suelo bajo sus pies se desintegraba, dejando atrás un rastro de pura desolación.
De repente, Victor Zombie extendió su mano hacia Xar'khal y, con un movimiento antinatural, empezó a devorar el mismo concepto que representaba el dios. Era como si estuviera arrancando la esencia misma de lo que hacía a Xar'khal un ser divino, descomponiendo sus atributos conceptuales en fragmentos que luego consumía vorazmente. La realidad se distorsionaba a su alrededor, los colores y formas del universo parecían romperse como si fueran espejos al ser tragados por este nuevo poder.
Al darse cuenta de lo que estaba sucediendo, Xar'khal intentó resistir. "¡Imposible! ¡Nadie puede devorar un concepto, yo soy eterno!" gritó con furia, pero el miedo comenzaba a filtrarse en su voz. En un intento desesperado, Xar'khal generó un cuerpo físico para sí mismo, pensando que esto lo protegería de la voraz absorción conceptual. Sin embargo, Victor Zombie solo sonrió de manera espantosa al ver esta nueva manifestación.
Sin perder un segundo, Victor Zombie se abalanzó sobre el cuerpo físico recién creado, clavando sus dientes en la carne divina de Xar'khal. Cada mordisco no solo desgarraba la materia, sino que también consumía la esencia misma del dios. Xar'khal, ahora atrapado en una forma vulnerable, gritó de agonía mientras partes de su cuerpo eran devoradas y su poder disminuía drásticamente.
Los cielos se partieron, y el espacio mismo parecía implosionar mientras Victor Zombie devoraba no solo el cuerpo físico, sino también fragmentos del concepto de la existencia de Xar'khal. Cada bocado hacía que el poder del dios se desvaneciera, como si estuviera siendo borrado del tejido mismo de la realidad. Los ecos de su sufrimiento resonaban por todo el cosmos, pero Victor no mostró piedad.
Evil Victor, quien observaba desde la distancia, sintió un escalofrío recorrer su columna. Este Victor Zombie no era solo una amenaza para los dioses, sino para cualquier ser vivo, cualquier concepto, cualquier cosa que existiera. Si lograba devorar a Xar'khal por completo, ¿qué impediría que continuara con todo lo demás?
Finalmente, con un último grito desgarrador, Xar'khal dejó de existir. Su esencia, su concepto, su poder divino, todo fue absorbido por Victor Zombie. El silencio que siguió fue ensordecedor, como si el universo mismo contuviera la respiración. Victor Zombie se quedó quieto, su cuerpo emanando un aura tan abrumadora que distorsionaba el espacio a su alrededor. Había absorbido el poder de un dios y ahora parecía más monstruoso y poderoso que nunca.
La pregunta que quedaba en el aire era: ¿quién podría detener ahora a Victor Zombie, una entidad que podía devorar no solo cuerpos, sino conceptos y realidades enteras?
Evil Victor, al presenciar la transformación abominable de Victor Zombie, comprendió que la situación se había salido completamente de control. La entidad que alguna vez había sido su versión heroica estaba ahora convertida en una máquina de destrucción imparable, una amenaza que ni siquiera los dioses podrían contener. La prioridad de Evil Victor cambió drásticamente en ese instante: salvar a sus seres queridos antes de que la devastación los alcanzara.
Con una expresión llena de determinación, Evil Victor se lanzó al rescate de su familia y la de Daiki. Utilizando su velocidad extrema, corrió hacia donde estaban Victoria, Darkness, y los hijos de ambos. Con un rápido movimiento, los rodeó con sus brazos y activó su técnica Usagi Instantáneo, abriendo un portal en el aire. Sin tiempo para explicaciones ni despedidas, también tomó a los hijos de Daiki que aún se encontraban en la burbuja protectora que Victor había creado antes de volverse un monstruo.
—"¡No tenemos tiempo, debemos salir de aquí ahora!"— gritó Evil Victor, sintiendo la energía devastadora de Victor Zombie expandirse a su alrededor, desintegrando lo que quedaba de aquel universo.
Con todos asegurados en sus brazos, Evil Victor se impulsó hacia el portal, cargando a sus seres amados como si fueran plumas. Atravesó la fractura en el tejido del espacio-tiempo, dejando atrás el caos absoluto que Victor Zombie estaba provocando. Al cruzar el portal, sintió una ráfaga de energía abrumadora mientras el universo donde habían vivido sus historias juntos comenzaba a colapsar tras ellos.
El portal se cerró con un chasquido, justo en el momento en que una ola de destrucción, generada por el poder descomunal de Victor Zombie, se extendió por todo el cosmos, consumiendo estrellas, planetas y cualquier vestigio de vida. Evil Victor apareció en un nuevo universo, en un rincón del multiverso que esperaba sería lo suficientemente seguro como para mantener a salvo a su familia.
Al detenerse, miró hacia atrás con una expresión de angustia. Había logrado escapar, pero ¿por cuánto tiempo? Victor Zombie, con su capacidad de devorar conceptos y realidades, no se detendría solo porque ellos habían huido. No había duda en su mente de que esa monstruosidad tarde o temprano los encontraría. Pero por ahora, estaban vivos, y ese era el primer paso para planear un contraataque.
—"Tenemos que idear un plan, algo que pueda detener a esa cosa,"— murmuró para sí mismo, mirando a su familia y la de Daiki, quienes aún estaban conmocionados por lo sucedido.
El desafío que se avecinaba era quizás el más grande al que jamás se habían enfrentado. Pero Evil Victor, con su voluntad inquebrantable y amor por su familia, sabía que no se rendiría. Necesitarían toda la ayuda posible, nuevos aliados, y quizás encontrar una forma de deshacer la maldición que había convertido a Victor en una amenaza apocalíptica.
Mientras tanto, en el universo que habían dejado atrás, Victor Zombie flotaba en el vacío, alimentándose de los restos de lo que una vez fue un sistema estelar. Pero, incluso en su estado degenerado, un destello de reconocimiento cruzó por sus ojos vacíos: Evil Victor había huido, y la caza estaba lejos de terminar.
Fin.