Aunque había dicho que iba a la biblioteca solo para deshacerse de la molesta chica, Zeng Xiaoxiao, y evitar ser arrastrado a otra locura, después de verla irse, decidió ir igualmente a la biblioteca.
No era que temiera que se descubriera su mentira a Xiaoxiao, sino que, después de pensarlo, se dio cuenta de que no tenía mucho que hacer y supuso que bien podría ir a la biblioteca a buscar, encontrar algunos libros interesantes para enriquecer su conocimiento, o quizá memorizar algunas páginas de la farmacopea y herbario. Después de todo, su cerebro no era una computadora y ciertas cosas necesitaban ser revisadas con el tiempo. Muchos de los textos que el viejo lo había obligado a memorizar con una mezcla de amenazas y sobornos habían comenzado a desvanecerse de su memoria.
Pero sus planes fueron interrumpidos de todos modos.