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—¡Pum!
Justo cuando Xiao Yi habló, el dueño del cibercafé que acababa de prepararse para irse y Situ Qingfeng, quien acababa de estabilizar sus pies y tomar una posición favorable, golpearon simultáneamente la mesa de la computadora que tenían enfrente.
Aparte de Wang Xiaohu, los compañeros cercanos también hicieron un sonido sordo, casi estrellándose contra la pared.
—¿De verdad este tipo no tiene ninguna experiencia en juegos? ¿Ni siquiera sabe cómo hacer esto? —Todos habían escuchado las palabras de Xiao Yi hace un momento, pero pensaron que estaba siendo modesto, especialmente porque se veía tranquilo, para nada como alguien que no sabía lo que estaba haciendo; de hecho, parecía bastante imponente.
