Después de colgar el teléfono, Zeng Xiaomei llamó inmediatamente y con emoción a los oficiales de policía cercanos, quienes todavía estaban festejando la alegría de haber resuelto el caso anterior, para compartir las noticias con ellos y también para instruirlos en su siguiente movimiento.
—¡El Capitán Situ es sencillamente increíble! —Al oír la noticia de Zeng Xiaomei, todos los oficiales de policía exclamaron casi al unísono. Sus rostros mostraban una expresión de inmenso asombro, pero sus corazones y ojos estaban llenos de alegría.
Zeng Xiaomei sabía que habían malinterpretado, pensando que Situ Qingfeng era quien había resuelto el caso, pero no dijo nada. Después de todo, la persona que resolvió el caso era un amigo de Situ Qingfeng. Decir que él era quien lo había resuelto no estaba mal en absoluto. Sería tarea de Situ Qingfeng explicar o no más tarde. No era su lugar decir más.
