—No hay necesidad de adivinar más, Chen Jianguo ya ha hecho su jugada.
Finalmente, el anciano colgó el teléfono, una sonrisa amarga apareció en su rostro mientras miraba al joven. Pensando en el contenido de la llamada, su expresión se volvió repentinamente increíblemente siniestra. —¡Varios de nuestros principales ejecutivos han sido controlados, nuestra Empresa Comercial de Arroz y Granos y el Grupo de Químicos Diarios han sido investigados y ordenados a reformarse, y nuestra compañía de medios ha sido cerrada!
—¡Estrellar!
Mientras el anciano hablaba, una taza de té en la mano del joven cayó directamente al suelo y se hizo añicos. Sin embargo, parecía completamente inconsciente, y su rostro se palideció al instante.