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—¡Hecho! —exclamó Xiao Yi con una sonrisa.
—¡Perfección alcanzada! —Mirando el tazón entero frente a él, que ya había tomado un tono blanco y emitía una agradable fragancia medicinal, Xiao Yi dio un largo suspiro, dejó la última herramienta en su mano, una varilla mezcladora, y un atisbo de satisfacción apareció en su rostro. Estrictamente hablando, aparte del intento apresurado la última vez, esta era su primera empresa seria en la elaboración de esta pomada, y no había esperado que el proceso fuera incluso más suave de lo que había imaginado. La producción, tanto en cantidad como en calidad, fue bastante impresionante. Aunque algunos de los ingredientes habían sido cambiados, los efectos aún deberían ser bastante notables, probablemente mucho mejores que los ungüentos vendidos en el exterior.
