Xiao Yi miraba fijamente a Beichen Feng, quien parecía estar hablando, pero ninguna transmisión de sonido llegaba a sus oídos, lo que provocó que una sombra de perplejidad cruzara su corazón. Sin embargo, antes de que esta perplejidad pudiera aflorar completamente, escuchó una voz tenue cerca de su oído.
—Cielo y Tierra, Qi Verdadero Natural...
La voz que entró en su oído, sonando algo extraña y no como una voz humana natural sino más parecida a un tono mecánico, hizo que su rostro revelara una expresión de asombro mientras miraba a Beichen Feng con renovada conmoción.
La habilidad de Beichen Feng era sencillamente demasiado formidable. Xiao Yi de repente sintió que Beichen Feng, un maestro de alto nivel en el período de Templado de Huesos, era impresionantemente impresionante...