Zeng Xiaoxiao no se dio cuenta de que Xiao Yi ya había comenzado a maldecir interiormente. Al ver que Xiao Yi permanecía en silencio, pensó que no la creía y que aún tenía miedo, así que continuó tranquilizándolo.
—Pequeña, cuando subamos a la montaña más tarde, debes mantenerte pegada a mí, ¿entiendes?
Xiao Yi volvió en sí y miró la expresión de confianza en el rostro de Zeng Xiaoxiao. No pudo evitar romper en un sudor frío en silencio, agradecido de estar con ella hoy. Si hubiera venido sola o con otros compañeros, y si su suerte hubiera sido mala, seguramente hubiera sido un desastre irrecuperable, no, quizás incluso una catástrofe completa.
La llamada Montaña Luo en realidad no es una sola montaña, sino un término colectivo para varias grandes montañas conectadas entre sí.
