Al escuchar las palabras de Xiao Yi, Wang Qingqing de repente recordó la vez que salieron a comer. Había pensado que Xiao Yi había gastado todos sus ahorros para invitarla y estaba preocupada de que no le quedara dinero para sus propios gastos de vida. La escena donde ella le ofreció su tarjeta de comida a Xiao Yi hizo que su cara se tornara involuntariamente roja.
—Hermana mayor, eso no es lo que quise decir. Cuando me diste tu tarjeta de comida, realmente me conmovió. Aparte de mi abuelo y el Tío Chen, tú eres la mejor para mí...
Viendo la expresión en la cara de Wang Qingqing, Xiao Yi hizo una pausa leve, luego rápidamente se dio cuenta de lo que ella estaba pensando. Su propia expresión involuntariamente reveló un rastro de vergüenza; por miedo a que Wang Qingqing lo malinterpretara de nuevo, rápidamente y con ansias se explicó.
—¿Acabas de decir que eres huérfana? —preguntó.
