—Señor, ¿qué te pasa? —preguntó Xiao Yi, notando el cambio en la expresión de Wang Qingqing, sintiendo una opresión en su corazón y no pudiendo evitar mostrar un atisbo de preocupación al hablar.
—No es nada, yo... no es nada —dijo Wang Qingqing, tomando una respiración profunda, su rostro forzando una sonrisa mientras miraba a Xiao Yi—. Xiao Yi, justo ahora, gracias por ayudar a mi tía a encontrar trabajo.
—Mientras tú y la Tía Li no piensen que soy un entrometido, jeje —comentó Xiao Yi, viendo que Wang Qingqing parecía estar genuinamente bien, no prestó demasiada atención. Al escuchar sus palabras, sonrió tímidamente, ya que no había consultado con Li Xiaomei y los demás de antemano, y le preocupaba que eso pudiera herir su orgullo.