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Xiao Yi no había esperado encontrarse con Li Ziming en la entrada de la biblioteca. Al ver acercarse a Li Ziming, una sonrisa amarga surgió involuntariamente en la comisura de su boca. Se encogió de hombros con resignación, experimentando una vez más el dicho de que a menudo se encuentran los enemigos en el camino más estrecho.
Sin embargo, naturalmente no tomaba en serio a un personaje tan menor y ni pensaba evitar a Li Ziming. Tras un leve movimiento de cabeza, continuó caminando hacia su destino.
Li Ziming tampoco había esperado toparse con Xiao Yi en la entrada de la biblioteca. Por lo general, visitaba poco la biblioteca. Este tipo de lugar, tranquilo y adecuado para la lectura, realmente no era lo suyo. Nunca había tenido mucho talento para los estudios y desde niño se había enfocado más en su habilidad para jugarretas astutas, urdir planes y practicar artes marciales.
Pero no tuvo elección—hoy, esa persona le había pedido encontrarse aquí, así que tuvo que venir.