—He vuelto a ver las recompensas de los hermanos Alma Feliz e Intrépido del Ácido Tartárico, eh, ¡gracias, profundamente conmovido!
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Sin embargo, al final nada en el mundo es perfecto o completamente bueno. Después de que Xiao Yi llegara, aunque esos chicos no sufrieron más muertes, antes de su llegada, uno ya había fallecido, y otros dos o tres, aunque fueron salvados, terminaron con discapacidades de por vida.
Todos ellos eran adolescentes, de unos diecisiete o dieciocho años, en una edad brillante como el sol matutino, pero que trágicamente terminaron en semejante predicamento. Sintiendo el dolor de sus padres, los demás padres cercanos que inicialmente se alegraron por el rescate de sus propios hijos, rápidamente volvieron a la realidad, sumiéndose en un profundo pesar y empatía.
Xiao Yi y Wang Qingqing también suspiraron suavemente, mirando a los padres que lamentaban el futuro de sus hijos y sintieron un peso indescriptible en sus corazones.
