Su rugido despertó instantáneamente a todas las personas envueltas en el miedo, y todos los hombres se llenaron repentinamente de espíritu de lucha y fervor. Levantaron las herramientas en sus manos y volvieron a atacar a Xiao Yi.
—¡Hmph! —Mirando a algunos tipos con caras rojas como la sangre, desesperados en sus esfuerzos, un brillo de frialdad destelló en los ojos de Xiao Yi, una sonrisa sarcástica cruzó su rostro y un gruñido salió de sus fosas nasales mientras su figura increíblemente desaparecía de su vista una vez más.
Inmediatamente después de eso, al siguiente momento, apareció como un fantasma frente al hombre que corría hacia adelante con un machete en la mano y lo golpeó ferozmente.
—¡Puh! —El hombre escupió un bocado de sangre fresca y su figura salió disparada en diagonal como un copo de algodón.
Casi simultáneamente, sin ninguna pausa, la figura de Xiao Yi apareció nuevamente frente a otra persona, y su pierna, como tijeras de hierro, pateó con saña.
