—Yan Maozong, si le pasa algo a nuestro Joven Maestro Zhao, la Familia Zhao de Ciudad Capital nunca te lo perdonará —advirtió alguien.
—Yo solo estoy actuando de acuerdo a las reglas. Si la Familia Zhao de Ciudad Capital no está convencida, que vengan por mí —replicó Yan Maozong.
—¡Tú...
En ese momento, Zhou Yu giró su mirada hacia Shang Ye.
—Este asunto es entre mí y la Familia Zhao personalmente; no tiene nada que ver con nadie más —dijo Zhou Yu.
—Me llevaré a Zhao Songqing. Si a la Familia Zhao de Ciudad Capital no le parece, envíen a alguien a recuperarlo de mí —añadió.
Habiendo dicho eso, Zhou Yu arrastró a Zhao Songqing y empezó a caminar hacia afuera.
Shang Ye, fuera de sí de rabia, no pudo evitarlo.
Sabía que con Yan Maozong bloqueando el camino, ciertamente no sería capaz de rescatar a Zhao Songqing hoy.
—Bien, bien, Yan Maozong, solo espera —dijo Shang Ye furioso mientras se marchaba.
Después, Yan Maozong también abandonó el lugar.
