Todos vieron regresar a Zhou Yu e inmediatamente se acercaron a saludarlo.
—Zhou Yu, ¿estás bien? —preguntó Momo con preocupación.
—Estoy bien, bastante bien en realidad —dijo Zhou Yu con una sonrisa.
Cuando Lu Xiuying vio al Maestro de la Prisión Demonio detrás de Zhou Yu, su rostro se puso rígido y se tensó instantáneamente.
—Maestro de la Prisión Demonio...
Pero notó que el Maestro de la Prisión Demonio tenía una mirada vacía en sus ojos, inmóvil.
—¿Qué... qué le pasó? —preguntó Lu Xiuying sorprendida y dudosa.
—Ya está bajo mi control ahora, llévenselo más tarde —dijo Zhou Yu con una sonrisa.
Dicho esto, hizo un gesto con la mano.
El Maestro de la Prisión Demonio caminó mecánicamente hacia Lu Xiuying.
Lu Xiuying estaba atónita.
Los métodos de Zhou Yu eran simplemente demasiado asombrosos.
En ese momento, Zhou Yu se acercó al Gran Maestro Sanhua y presionó algunos puntos en la parte superior de su cabeza, y el Gran Maestro Sanhua lentamente abrió los ojos.
