La expresión de la señora Yuzhu cambió, e inmediatamente salió rápidamente.
Zhou Yu la siguió de cerca.
Cuando los dos llegaron a la entrada, el Jefe de la Familia Huang, Huang Anping, ya había salido corriendo con los expertos de la Familia Huang.
Allí estaba un hombre en sus cuarenta.
Sus ojos brillantes y penetrantes, exudando un aire imponente, y su rostro estaba lleno de desprecio, mostrando claramente que no tenía en alta estima a la Familia Huang.
Huang Anping dijo enojado:
—¿Quién eres?
El hombre respondió indiferente:
—Estoy aquí por órdenes de la Familia Luo para recuperar el Manual de Puño de las Ocho Desolaciones. Si su Familia Huang sabe lo que le conviene, entregue el manual inmediatamente; de lo contrario, a mi Familia Luo no le importará aniquilar por completo su Familia Huang esta noche.
La señora Yuzhu, que acababa de salir corriendo, escuchó estas palabras.
Ella dijo enojada:
—¿Las órdenes de la Familia Luo? ¿Es Luo Xiuwu?
