En el camino, Liang Fei realmente no sabía cómo había conseguido conducir el auto de regreso a la empresa. Durante el trayecto, su mente no estaba en la conducción en absoluto; pasó tres semáforos en rojo y casi atropella a un peatón.
En ese tiempo, había intentado llamar a Hai Shi y Tanaka Suimeng tres veces, pero la respuesta fue la misma cada vez: sus teléfonos estaban apagados. Claramente, Tanaka Suimeng quería que se volviera irracional bajo este estado ansioso e inquieto, para que quizá hiciera algo beneficioso para ellos.
Liang Fei también había pensado numerosas veces en contarles a la policía la situación real, así Shen Xing, Yi Jianfeng e incluso Interpol podrían venir y ayudarlo a tomar una decisión.