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—Las palabras de Liang Fei evidentemente disgustaron al hombre de mediana edad —que fulminó con la mirada a Liang Fei y descubrió que Liang Fei permanecía completamente impasible, como si él mismo fuera aire. Estaba tan enojado que todo su cuerpo temblaba, pero no había nada que pudiera hacer, así que se dirigió a Ning Jiuwei y preguntó:
— ¿Señorita Ning, es cierto lo que él dice?
—Sí, señor Jiang, ¡realmente es mi novio!
En este momento, la mirada de Ning Jiuwei hacia Liang Fei ya había revelado un atisbo de calidez. Tan pronto como el hombre de mediana edad comenzó a preguntar, ella asintió en señal de acuerdo y luego dijo al hombre de mediana edad:
— Lo siento, señor Li Kun, gracias por su preocupación, pero realmente no tengo ningún deseo de entrar en la industria del entretenimiento. ¡Por favor, busque a otra persona!
—Señorita Ning, no puede decir eso, realmente vine con sinceridad —dijo el hombre de mediana edad.
