Liang Fei propuso de repente un viaje a Ciudad del Automóvil, algo que Xiao Mengyi encontró completamente inesperado.
—Presidente Liang... —dijo Xiao Mengyi girando la cabeza, mirando a Liang Fei con algo de confusión.
—Mengyi, no preguntes ahora, lo entenderás cuando lleguemos allí —respondió Liang Fei.
Aunque Xiao Mengyi no había preguntado directamente, Liang Fei parecía haber adivinado lo que quería saber y habló misteriosamente antes de sumirse en el silencio.
—Bueno... ¡de acuerdo entonces! —exclamó Xiao Mengyi.
Xiao Mengyi no entendía qué tramaba Liang Fei, pero confiaba en sus capacidades. A pesar de estar muy desconcertada, no preguntó más.
Mientras los dos mantenían su silencio, la mente de Liang Fei era como olas tumultuosas, agitándose con innumerables pensamientos.
En efecto, su visita a Ciudad del Automóvil era para seleccionar un coche que le gustara.
