Liang Fei y Fan Xin podrían haber abandonado el club, pero los sonidos de admiración y aplausos de la multitud detrás todavía les llegaban cristalinos.
No solo lo escuchó claramente, Fan Xin también se emocionó. Después de seguir a Liang Fei hacia el carro, agarró el brazo de Liang Fei y dijo —Tío Afei, tus habilidades médicas son realmente increíbles. ¡No puede ser, realmente quiero estudiar medicina contigo, tienes que enseñarme!
—Xiaoxin, deja de hacer tonterías y concéntrate en tus estudios.
Liang Fei miró a Fan Xin con exasperación y soltó una carcajada —Tus abuelos y tus padres esperan que entres en la política después de graduarte de la universidad. Si quieres estudiar medicina, ¿no sería eso intencionalmente molestarles?
—Pfft, no quiero ser político. ¿Qué tiene de bueno eso? Sigues estando bajo el control de alguien. ¡Es mucho mejor manejar un bisturí libremente! —replicó Fan Xin, inflando las mejillas de manera despreocupada.
