La jungla estaba llena de peligros impredecibles, especialmente bajo circunstancias sin salida y enemigos en persecución.
Liang Fei y Lobo Solitario estaban completamente conscientes de esto, pero, en sus corazones, no había rastro de miedo. En su lugar, lo que ardía dentro de ellos era solo fervor y emoción.
Habían entrado en la jungla no para escapar, sino para jugar una partida adecuada con esta banda de feroces bandidos. ¡Querían ver quién era el verdadero Rey de la Guerra en la Jungla!
Liang Fei revisó sus armas y municiones, luego subió rápidamente a un gran árbol. Usando sus Ojos de Perspicacia, examinó cuidadosamente los alrededores antes de saltar del árbol. Dijo a Lobo Solitario —Hay alrededor de doscientas a trescientas personas que han entrado al bosque, y están a solo unos cientos de metros de nosotros.
