La dominancia del Hermano Xiu era bien conocida dentro del círculo. Hoy, para sorpresa de todos, ¡incluso un luchador con medalla de oro bajo el Maestro Su no pudo durar más de diez movimientos contra Liang Fei!
Esta escena verdaderamente dejó a todos los presentes en shock.
Por un momento, la forma en que la gente miraba a Liang Fei era incluso más impactante que cuando habían visto el Dinero del Tesoro anteriormente.
¡Este joven aparentemente desconocido, qué antecedentes tenía para ser tan formidable!
—¡Maldición, hoy voy a luchar contigo hasta el final! —gritó el Hermano Xiu.
Tirado al suelo por el puñetazo de Liang Fei, el Hermano Xiu quedó atónito. Notando las miradas despectivas de todos a su alrededor, su vergüenza se convirtió en rabia, y olvidó tener miedo. Con un rugido furioso, apretó los dientes y se lanzó de nuevo contra Liang Fei.
—¡Sería mejor que te quedaras tumbado honestamente! —gritó Liang Fei.