El éxito de haber alcanzado el segundo volumen de la Escritura Shennong había llenado de éxtasis a Liang Fei. Durante los últimos días, había estado en casa, sin hacer nada más que comer, dormir y entrar en el Espacio de Cultivo.
Aunque ya podía entrar al Espacio de Cultivo con su cuerpo espiritual, su cuerpo físico no podía ser controlado por su conciencia, lo que hacía que Liang Fei se preocupara por eventos inesperados que no podría manejar en ambos frentes.
Sin otra opción, cada vez que entraba al Espacio de Cultivo, se encerraba habitualmente en una habitación, permaneciendo allí durante largas horas.
Liang Fei sabía muy bien que cultivar en casa de esta manera era bastante incómodo. Parecía que debía encontrar un espacio personal propio donde pudiera cultivar con tranquilidad.
¿Pero dónde podría encontrar un espacio tan tranquilo?
